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La fiesta de la cerveza

Quilmes tuvo una gran noche este domingo en el Polideportivo y, a partir de una notable defensa, se impuso con total autoridad por 76 a 68 sobre Peñarol. El "Cervecero" se llevó el clásico y como de costumbre Walter Baxley fue el goleador.

Este es el camino que debe tomar Quilmes. Un juego de bajo goleo necesitaba el “Cervecero” para poder imponerse sobre Peñarol. Y lo consiguió. La diferencia estuvo en la última parte del segundo cuarto, donde brilló defensivamente y tuvo alto vuelo ofensivo. Y el gran momento lo extendió hasta la mitad del tercer cuarto, en el que dominó por completo y llegó a sacarle casi 20 puntos. Pero Quilmes se relajó y le permitió la posibilidad de remontada a Peñarol, que nunca se rindió y en el último parcial se puso a tres unidades (67-64). Allí desrpetó el equipo de Ramella, volvió a defender duro, aguantó el embate “Milrayitas” y cerró el juego desde la línea por 76 a 68. Y fue la fiesta del “Cervecero”, que no sólo festeja el honor del duelo de la ciudad, sino que es un envión anímico de cara a los partidos frente a Obras y Gimnasia de Comodoro, que de ganarlos, le permitiría soñar con un segundo lugar en la Conferencia Sur.

Bajos porcentajes e imprecisiones marcaron el comienzo del juego. Y en ese contexto se sintió mejor Quilmes, que aún en ataque estacionado pudo sacar diferencias (6-1). No obstante, con el correr de los minutos, Peñarol se fue acomodando y con un parcial de 7 a 3 pasó al frente (10-9). Allí, sin demasiadas luces, el “Milrayitas” tomó las riendas, sobre todo por la buena marca de Osimani sobre Baxley. Y el local cerró mejor, por 14 a 13.

En el segundo cuarto, el equipo de Rivero inició con un triple de Diez. Pero una ráfaga de Vildoza (6-0), volvió a poner al “Tricolor” al frente (19-17). De ahí y hasta la mitad del segmento, alternaron el liderazgo del tanteador. Promediando el cuarto, Peñarol estaba arriba por 29 a 27. Allí empezó el notable momento de Quilmes y Clark. El extranjero ganó siempre en la pintura propia y encaminó un enorme parcial con 8 puntos. Fue un determinante 16 a 2 para los de Ramella, que se fueron muy holgados al descanso largo, por los números y el desarrollo (43-31).

Peñarol, salvo por la encomiable tarea de Leiva bajo las tablas, no encontró los caminos para vulnerar la defensa quilmeña. Y si bien el juego no tuvo el ritmo del cuarto anterior y fue muy cortado, el “Tricolor” comandó con total autoridad. Y a falta de 5 minutos estaba al frente por casi 20 puntos de distancia (57-39). El “Milrayitas” quiso contestar en el golpe por golpe, pero no hizo más que facilitarle la tarea al “Cervecero” que encaró los 10 minutos finales con una buena ventaja (63-45).

El equipo de Rivero comprendió que debía serenarse y dedicarse primero a defender. Y lo hizo en forma brillante, ya que al cabo de los primeros 5 minutos sólo permitió 4 puntos de Quilmes, con lo que se puso en juego con tiempo para remontarlo (67-64). Y por esa brecha, el trámite fue punto a punto. El “Cervecero” sufrió la acumulación de faltas de Gallizzi y Maciel y cuando no encontraba los caminos, Peñarol cometió varias infracciones y le permitió tomar un respiro desde la línea, a falta de dos minutos (72-64). Y no sólo desde los puntos volvió al juego el “Ticolor”, sino también desde la concentración y de esta manera consiguió un notable triunfo sobre su eterno rival.

 

PEÑAROL (68): Alejandro Konsztadt 21, Adrián Boccia 12, Franco Giorgetti 8, Alejandro Diez 6 y Martín Leiva 10 (FI) Martín Osimani 2, Luciano Massarelli 4, Gabriel Fernández 5. DT: Fernando Rivero.

QUILMES (76): Luis Cequeira 8, Walter Baxley 24, Maximiliano Maciel (x) 9, Ivory Clark 14 y Tayavek Gallizzi (x) 4 (FI) Lucas Ortíz 5, Rubén Wolkowyski 0, Diego Romero 8, Luca Vildoza (x) 4. DT: Leandro Ramella.

Parciales: 14-13, 31-43 y 45-63.

Árbitros: D. Rodrigo y D. Rougier. Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.