En noviembre pasado, tres cervecerías de Mar del Plata en conjunto con una escuela de buceo hundieron barricas de una cerveza especial elaborada en conjunto y con un fin solidario para que realice su proceso de maceración en el fondo del mar. Pero en las últimas horas sus integrantes denunciaron el robo de esas barricas que había sido sumergidas sobre la cubierta del buque pesquero “Kronomether” perteneciente al parque submarino Cristo Rey, que se encuentra a tres millas náuticas del Puerto.
De acuerdo a lo que habían difundido desde la fabricade cerveza Heller de Mar del Plata el hundimiento de las barricas a unos 24 metros de profundidad se desarrolló en noviembre pasado, en un operativo en el que colaboraron la Prefectura y empresas de remolque y buceo.
“Existe una tendencia mundial en el mercado de bebidas fermentadas, de someterlas a presión bajo el mar durante el tiempo de envejecimiento. Argentina no escapa a esta corriente innovadora y queremos contarles que en un proyecto ambicioso con Cerveza Baum y La Paloma hemos sumergido barricas de una cerveza hecha en conjunto, para que realice su añejamiento a una presión de tres atmósferas”, relataba una publicación realizada por la cervecería meses atrás.
Y explicaba que el objetivo era destinar los fondos obtenidos de la venta de esa cerveza al Museo de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia” para la adquisición de materiales de estudio.
En las últimas horas desde la escuela de buceo Thalassa, impulsora de la iniciativa, denunciaron y expusieron a través de sus redes sociales que a horas las barricas fueron robadas, lo cual constataron horas antes de llevar adelante las tareas para retirarlas, tal como habían previsto originalmente.
“En este último mes se tomaron el trabajo de navegar hasta un barco hundido y, tras bucear a 20 metros de profundidad, robaron barricas donde se estaba macerando cerveza. Tal vez esos vivos piensan que fue solo una piolada pero tras este vandalismo inexplicable se fueron los sueños de macerar cerveza en el fondo del mar”, señalaron desde la escuela de buceo.
Y expresaron: “No robaron barricas, robaron la esperanza de empresarios y asalariados que no pasaron un muy buen año, robaron lo que iba a ser una fiesta que daría mucho trabajo a mucha gente, robaron la posibilidad de recaudar fondos que serían totalmente destinados a compras de instrumental para el Museo de Ciencias Naturales, robaron la esperanza de estudiantes universitarios que habían colocado en esas estructuras paneles para el estudio de las comunidades marinas, robaron así posibilidad de estudiar y aprender más de nuestra fauna, robaron conocimiento”.