La Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA) realizó una serie de inspecciones y constató que dos comercios estaban llevando adelante un “fraude eléctrico” a través de conexiones clandestinas que además representaban un riesgo eléctrico para transeúntes. Los casos fueron denunciados para dar inicio a las acciones penales de rigor.
Se trata de dos comercios, un supermercado y un local de venta de alimentos para mascotas, que eludían el equipo de medición a través de maniobras que, además, ponían en riesgo a las personas que pasaban por el lugar.
El primero de los comercios denunciados es un supermercado de Alvarado y Chile. Según constataron los operarios de EDEA, la electricidad del local era alimentada a través de la perforación del caño metálico de bajada, lo cual resulta más que peligroso ante la posibilidad de que se electrifiquen las paredes que dan a la vereda.
Según la empresa, no fue la primera vez que su personal de Normalización de Pérdidas detectó irregularidades en el supermercado referidas a conexiones clandestinas.
A su vez, en un local de venta de alimentos para mascotas en Bronzini y Alvarado, personal de EDEA descrubrió conexiones clandestinas que partían directamente desde las líneas de baja tensión hacia el interior del comercio.
A raíz de esta situación, además del inicio de las acciones penales y jurídicas procedieron al cobro de facturas complementarias para recuperar la energía eléctrica consumida sin ser facturada.