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Guerra de espuma, esa inocente maldad

En el Gran Corso de Carnaval, las comparsas vendieron aerosoles a 30 pesos para solventar los gastos, pero también vendedores ambulantes aprovecharon la oportunidad. Para algunos, el juego fue más atractivo que el propio desfile.

Mientras por la avenida Luro avanzaba el desfile del Gran Corso Central en el cierre de los festejos de los Carnavales Marplatenses 2017, los festejos se extendieron también hacia los costados de la Plaza Rocha. Y el elemento de color, una vez más, fueron los aerosoles de espuma.

Las latas, como cada año, fueron comercializadas por las propias comparsas para solventar la inversión realizada en trajes, bombos y disfraces. Aunque también los vendedores ambulantes independientes y negocios de la zona aprovecharon la ocasión para vender “a 30 pesitos el aerosol” al costado de los puestos de hamburguesas y choripanes distribuidos a los costados de la plaza.

Así, los más chicos -y también algunos adultos- improvisaron guerras de espuma entre conocidos y desconocidos. Una mayoría importante tuvo durante el Gran Corso al menos una lata de espuma en aerosol por lo menos una vez. Y el que no, la miró con ganas.

Los rostros bañados de esa misma espuma, la ropa empapada, las corridas para evitar el líquido y la molestia de algunos que no querían participar, se desarrolló en paralelo al Gran Corso Central y muchos incluso disfrutaron más de esa inocente maldad de rociar al otro que del propio desfile de comparsas por la avenida. Esa inocente maldad tirarse con ganas, casi con bronca y sed de venganza, pero con una sonrisa inmediata al soltar la válvula y ver al otro cubierto de espuma.