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Otro escrache contra un represor con domiciliaria en Mar del Plata

Será este sábado a las 17 en Olavarría y Saavedra, donde desde noviembre Guillermo Pazos, exintegrante del grupo de tareas de la exESMA goza del beneficio judicial por “recomendación” del gobierno nacional.

Organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y vecinos convocan al primer escrache contra el represor Guillermo Horacio Pazos, quien desde noviembre permanece en su casa de Olavarría y Saavedra con prisión domiciliaria. Será el sábado a las 17 y partirán desde General Roca y Güemes, bajo la consigna “Si no hay justicia, habrá escrache”. Además, este jueves pintarán los carteles frente a la Catedral.

En un verano no tan convulsionado como en 2018, cuando el que gozaba de prisión domiciliaria era Miguel Etchecolatz, a tres meses de la llegada a la ciudad de otro represor como Guillermo Pazos, distintos organismos encabezados por Hijos Mar del Plata, realizarán un escrache contra el exintegrante del grupo de tareas de la ESMA, condenado a 16 años de prisión por delitos de lesa humanidad.

Guillermo Pazos fue condenado en 2017 en la Megacausa ESMA por el Tribunal Oral Federal N°5 de la Ciudad de Buenos Aires, integrado por los jueces Leopoldo Bruglia, Adriana Palliotti y Daniel Obligado junto a otra importante cantidad de genocidas entre los que se encuentran, entre otros, Alfredo Astíz y Jorge “El Tigre Acosta”.

En la previa del escrache, concentrarán en Roca y Güemes, pero tres días antes, este jueves, se reunirán frente a la Catedral para elaborar los carteles con los que asistirán al escrache. Es por eso que convocan a artistas plásticos y vecinos interesados a concurrir con marcadores, fibrones y pinturas.

Pazos integraba la lista de 96 represores que había elaborado el gobierno nacional a través del Servicio Penitenciario Federal y a partir de la cual “recomendaba” a la Justicia que verificara cada uno de sus casos para reconsiderar la posibilidad de beneficiarlos con prisión domiciliaria o libertad condicional.

A partir de allí, con el argumento de un “déficit de movilidad” que supuestamente le producía una lesión en la rodilla derecha al represor de 73 años, y que además “afectaba” su dignidad, los jueces Daniel Obligado y Adriana Palliotti le concedieron el beneficio y desde noviembre está en su casa de barrio Divino Rostro, como tantos otros genicidas que permanecen en la ciudad.