Aldosivi tuvo un mal comienzo
En el reinicio de la competencia de Primera División, el “Tiburón” tuvo un mal arranque de partido y lo pagó con una derrota como local por 3 a 1, a manos de Rosario Central, uno de los protagonistas del certamen.
Empezó mal está segunda vuelta Aldosivi. Como así también el partido de esta tarde ante Rosario Central. El conjunto marplatense, como ya le ha pasado, entró dormido y antes de los 5 minutos la visita ya estaba arriba en el marcador. Se repuso desde el juego, pero antes del cuarto de hora recibió otro golpe y todo se le hizo cuesta arriba a partir de ahí. Intentó, pero le faltó claridad y así y todo llegó al descuento a poco del final. Por eso fue con todo y sin orden en búsqueda del empate. No sólo no lo consiguió, sino que el “Canalla” aseguró el triunfo en un contraataque, para imponerse por 3 a 1 y llevarse los tres puntos de Mar del Plata, donde el local acumula tres derrotas en fila, al cabo de la fecha 16.
Como en otras ocasiones, a Aldosivi lo madrugaron. Ante un comienzo dubitativo del local, Rosario Central tomó la iniciativa y antes de los cinco minutos ya se imponía por 1 a 0 con el gol de Marco Ruben de penal, bien sancionado por el árbitro ante la falta de Lamberti sobre Musto.
Equivocó los caminos un buen rato el equipo marplatense, hasta que empezó a buscar sociedades y proyecciones por los costados. Equilibró las acciones sobre los 10 minutos y había complicado a un Central, que sin pelota se replegaba casi por completo, cubría espacios e intentaba salir rápido de contraataque. Y así amplió la ventaja, también con algo de fortuna, porque de un rechazo a medias, un rebote le quedó dentro del área a Cervi, que definió perfecto.
No se amilanó el “Tiburón” y fue mejorando en la distribución. Había tomado las riendas, lo cual pudo haberse traducido en el encuentro, si Loustau sancionaba el claro penal de Pinola, que interceptó con las manos una definición de Menseguez.
El repliegue del “Canalla” obligó a Aldosivi a la búsqueda constante de los extremos y laterales, pero le costó profundizar y sus ataques se fueron diluyendo o terminaban con pelotazos largos a Sand.
No cambió las formas Central, que cada vez que recuperó la pelota la administró bien y en cada ocasión que se acercó al área, insinuaba serio riesgo para el arco de Campodónico. De hecho, sobre los 37 minutos, casi estira la diferencia con un centro bajo de Delgado, que Aguirre no alcanzó a conectar por centímetros debajo del arco. El final de la etapa fue desprolijo, desordenado, con el complot del mal estado del campo de juego y el cansancio extra que este generó.
En el complemento, Aldosivi salió decidido a jugar en campo rival. Acompañado por el excesivo repliegue de Central, el “Tiburón” se adueñó de la posesión y contó con terreno como para avanzar varios metros sin oposición. Y no hizo más que eso el local. Cuando tuvo precisión avanzó, no atacó.
Le faltó justeza y claridad en el tramo final de la cancha y no pudo vulnerar la defensa rosarina, que a cuenta gotas buscó contraatacar. Y por esa vía tuvo algunas opciones, a partir de disparos de media distancia de Aguirre y Musto.
Un tibio cabezazo de Lugüercio y una maniobra individual del ingresado Rosales, fueron las acciones más claras de los marplatense, pero ya pasada la media hora de juego. Pero en tiempo cumplido, (el partido estuvo detenido seis minutos por falta de potencia en la iluminación), Niell interceptó con la mano un tiro de esquina y Loustau no dudó en sancionar penal. El ingresado Vildozo cambió por gol y descontó. Se esperanzaba el equipo local, pero fue muy desordenado en la búsqueda del empate y en una contra, Niell sentenció la historia.
