El ministro de Producción y Trabajo de la Nación, Dante Sica, pasó este viernes por el Coloquio de IDEA que se lleva a cabo en Mar del Plata y apuntó contra lo que llamó un “curro que se lo reparten abogados laboralistas y los jueces“, ante el aplauso de los empresarios presentes y al plantear la “necesidad de desarmar la industria del juicio”. Es que afirmó que “el marco regulatorio está obsoleto” al defender una reforma laboral a la que pidió no llamar de esa forma porque, a su entender, se trata “de un cliché”.
“Coincidimos en cuál es el problema del empleo”, fue unas de las primeras definiciones del ministro ante los empresarios en el Hotel Sheraton y así definió a modo de descripción que “desde 2011 no se generan nuevos puestos”.
Seguidamente, planteó que la “reforma laboral es un cliché” y sumó: “Pensamos que decimos mucho y no decimos nada”. Es que consideró que cuando se observa en profunidad el mercado laboral se advierte que “está totalmente fragmentado” y que “son tres mercados en sí mismo que podrían representar a tres argentinas”. Así habló de un mercado de trabajo dinámico, otro estancado y otro “rezagado”, en el cual se encuentra el 50% de la población economicamente activa.
De esta manera, Sica empezó a hacer referencia a que los actuales marcos regulatorios laborales generan “incertidumbre” en las empresas para tomar personal “por los costos asociados al despido o algun tipo de restricciones que pueda tener la empresa” y aseguró que es necesario repensarlos. Así, definió: “No es el concepto de reforma laboral, al que cada uno le pone lo que quiere escuchar o pensar, tenemos que ver cómo son las cuestiones que hacen a que tengamos un marco regulatorio más agil, que tenga la velocidad y flexibilidad suficiente para adecuarse a los cambios tecnológicos que estamos viviendo”.
En otro tramo de su discurso, el ministro planteó que es necesario “trabajar en la actualización de normas, leyes y convenios colectivos obsoletos”. Y más adelante llamó a buscar una “menor litigiosidad, desarmar la industria del juicio”.
“Nosotros creamos en los últimos 20 años un sistema de protección para no tener trabajo informal y tenemos más trabajo informal que hace 20 años, y generamos un curro que se lo reparten abogados laboralistas y los jueces“, dijo entre los aplausos de los grandes empresarios presentes y sumó: “Eso lo terminan pagando las empresas y los trabajadores porque cuando la empresa quiebra, los trabajadores se quedan en la calle; el empresario se puede reciclar, al trabajador le cuesta mucho más hacerlo”.