La escalada inflacionaria conlleva la profundización de una problemática que todavía no encuentra solución definitiva y que tiene a numerosas familias en jaque: la cancelación de créditos UVA -indexados a la inflación- lanzados en la gestión de Mauricio Macri. A poco de vencer el plazo de las últimas medidas implementadas por el gobierno, las familias se dirimen entre la necesidad de una solución política y la judicialización de sus casos particulares. El drama en primera persona.

Esta semana, desde el colectivo nacional de familias denominado “Colectivo Nacional de Hipotecados UVA Autoconvocados”  lanzaron una advertencia: el 31 de julio vence el plazo establecido de las últimas medidas dispuestas por el gobierno nacional para reducir el impacto de la actualización de las cuotas contra las familias y ensayar una búsqueda de soluciones.

Esas medidas -cuestionadas por los tomadores de créditos-, desde el decreto 767/2020 establecían que los bancos no podían cobrar cuotas mayores la 35% de los ingresos del grupo familiar y, entonces, surge la incertidumbre sobre qué pasará desde el 1 de agosto.

De todos modos, desde el colectivo advierten que las entidades financieras pusieron “innumerables trabas” a quienes solicitaban el beneficio, desgastando u ofreciendo soluciones como extender el plazo del crédito.

Además, reiteran sus críticas a la implementación de la medida, ya que al momento de calificar para acceder al crédito se habían establecido topes del 25% de los ingresos. “La voracidad de los bancos no tiene límites y el Estado lo avala“, marcaron.

Sin embargo, el otro cuestionamiento al tope del 35% pasa por la solución ofrecida por las entidades financieras: las diferencias que debían cobrar los bancos -es decir los montos de las cuotas que quedaban por encima del 35%- en muchos casos fueron refinanciados y se aplazaron. Así, las familias deberán pagarlos al finalizar el crédito mientras sigue aumentando el monto del capital adeudado.

“Esta verdad así de cruda es una bomba de tiempo que va a explotar muy pronto: el fantasma de las ejecuciones ya es una realidad que sobrevuela los hogares de miles de familias de todo el país”, advierten en el comunicado.

Mientras se esperan soluciones políticas de raíz, desde la gestión anterior de Mauricio Macri y actualmente con la de Alberto Fernández, afirman que hay familias que ya pagaron un 600% más que el crédito solicitado originalmente, con el incremento progresivo de las cuotas incluido.

“Nuestros legisladores tienen una deuda impostergable con las familias que hacen lo imposible para no perder sus hogares y siguen pagando la usura UVA”, añadieron, en relación a proyectos de ley presentados en el Congreso para aliviar la situación y generar pagos “sin usura, hipotecas justas, previsibles y sostenibles“.

YA PAGÓ EL DOBLE DEL CRÉDITO, PERO DEBE TRES VECES MÁS

El caso de Mariela y Guillermo, aseguran, fue uno de los primeros en levantar la voz en Mar del Plata. Actualmente la pareja vive en una casa que compraron a partir del crédito tomado pero la situación se volvió insostenible y, como muchas familias, esperan avances de la judicialización de sus deudas.

Guillermo y Mariela pidieron un crédito UVA en el Banco Provincia y hace cuatro años y medio están pagando cuotas. El crédito -que utilizaron para pagar la casa en la que viven- era de unos 2 millones de pesos, pero tras casi cinco años ya pagaron dos veces ese monto y deben otros 12 millones, el equivalente -calculan- a 17 años de cuotas.

En su caso, fueron beneficiados por el tope del 35% ante el aumento de las cuotas (empezaron pagando 8 mil y hoy pagan más de 9 veces esa suma), pero se vieron fuertemente afectados por ese financiamiento del resto de cada cuota, ya que lamentan que se les armaron “créditos paralelos”.

“No solo sube la cuota sino también el capital. Es una locura total“, relató Guillermo en diálogo con Qué digital.

A nivel político, lamentan que “no hacen nada”, por lo que mientras tanto, como tantas otras familias, están a la espera de que la Justicia se expida en torno a los conflictos iniciados con las entidades financieras. Mientras tanto, el temor a perder todo se mantiene: “Si la cuotas siguen aumentando llegará un momento en el que no podamos pagar más“, advierten quienes ya tuvieron que dejar cuotas impagas.