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Cuarentena en Mar del Plata: tras 50 días, una recorrida en fotos por cuatro barrios

Una recorrida por los barrios Libertad, El Martillo, Parque Palermo y Parque Hermoso donde los hábitos y los movimientos cambiaron y también crecieron las necesidades.

Desde que se declaró la pandemia por coronavirus la cuarentena obligatoria se fue extendiendo y este viernes se cumplen 50 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Mientras se espera un nuevo anuncio a nivel nacional y mientras en Mar del Plata empiezan a habilitarse más actividades productivas o laborales, Qué digital realizó una recorrida en fotos por cuatro barrios alejados del centro de la ciudad, donde los hábitos y los movimientos cambiaron como en todos lados y donde también fueron creciendo las necesidades.

Las calles de los barrios Libertad, El Martillo, Parque Palermo y Parque Hermoso presentan pasado el mediodía o sobre el final de una tarde fría un movimiento alejado de la rutina tradicional y exhiben la transformación de muchos hábitos cotidianos, reflejada en la concurrencia a los comercios -cuya apertura va en ascenso más allá de los rubros habilitados-, en los espacios públicos, en comedores y centros comunitarios y hasta en la presencia de caballos caminando por plena avenida Mario Bravo, al ritmo de los autos.

Mientras tanto, y cuando la necesidades básicas van en ascenso, vecinas y vecinos intentan redoblar esfuerzos para respetar las medidas sanitarias y, al mismo tiempo, subsistir.

Muchas y muchos vecinos que viven en los barrios Libertad, El Martillo, Parque Palermo y Parque Hermoso se las rebuscan para vivir ya que el sustento diario depende de salir a la calle. En medio de la cuarentena, esas posibilidades se ven muy limitadas y la necesidad de conseguir comida crece día día. Ahí es donde las organizaciones barriales, comedores, sociedades de fomento y diversas instituciones le ponen el cuerpo a la tarea para que la cuarentena pueda respetarse, pero sobre todo, para asistir a las personas que no tienen para comer.

Tal es el caso de Ana, quien junto a otras 17 compañeras cocina de lunes a viernes al mediodía y a la tarde en el comedor “Los Sin Techito”, del barrio El Martillo y ubicado en Willian Morris 7635. La cuarentena las obligó a organizarse por el aumento en la demanda. Antes asistían entre 120 y 130 personas, y actualmente reciben gente de otros barrios y cocinan unas 360 viandas tanto al mediodía como a la tarde. En el barrio también funciona otro comedor, pero lo hace dos veces por semana y abre solo a la noche.

Tanto esta semana como la pasada, Mar del Plata estuvo atravesada por alertas meteorológicos y condiciones de tiempo desfavorables, con una importante caída de agua y fuertes vientos, y eso también repercutió con fuerza en estos barrios, con consecuencias, por ejemplo en el estado de las calles, que se mantienen durante días. “A muchas familias le entró mucha agua, se les han mojado colchones, frazadas; con el viento se volaron chapas. Las casitas precarias sufrieron mucho, se les mojaron muchas cosas sumado a todo esto de la cuarentena”, comparten desde el barrio El Martillo.

Por otro lado, José María González, titular de la sociedad de fomento de Parque y Valle Hermoso, después del último temporal tiene la esperanza de que en el barrio comiencen una serie de obras muy esperadas y también muy necesarias. “Se va a hacer una obra de desagüe importante. Eso está programado”, cuenta.

Sin embargo, hay familias de Parque y Valle Hermoso a las que les cuesta mucho cubrir las necesidades básicas de higiene que requiere el contexto sanitario actual, ya que en algunos casos la red de agua potable depende de una canilla que se comparte entre muchas personas, o al no haber gas dependen de las garrafas sociales para cocinar y calefaccionar los ambientes.

Pasados 50 días de la cuarentena obligatoria, y mientras se esperan nuevas definiciones a nivel nacional y se toman otras resoluciones a nivel local, la circulación y el movimiento en cada sector de la ciudad empiezan a presentar un mayor crecimiento, en muchos casos vinculado a la búsqueda de recursos para poder cubrir las necesidades básicas de numerosas familias en Mar del Plata.