Abusos en La Herradura: quince años de prisión para Cuevas
Se trata del hombre que se desempeñaba en una iglesia evangélica y fue detenido el año pasado acusado de violar a cuarto menores de edad. Ya había sido condenado por abuso. El caso se resolvió en un juicio abreviado, a partir del aval de las víctimas.
En el marco de la investigación por abusos sexuales cometidos años atrás en el barrio La Herradura, la Justicia condenó a quince años de prisión a Miguel Ángel Cuevas, el hombre que se desempeñaba en una iglesia evangelista y fue detenido en marzo del año pasado acusado de haberse aprovechado de su rol en el templo para violar a cuatro menores de edad entre 2013 y 2016.
La condena de quince años de prisión a Cuevas –por abuso sexual reiterado agravado por haberse cometido con acceso carnal, por haberse configurado sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima y por haber sido cometido por ministro de culto reconocido– fue impuesta en el marco de un juicio abreviado acordado entre la fiscal Andrea Gómez y la defensa, y fue convalidado por el Tribunal en lo Criminal N°3.
Según explicó la fiscal, para arribar a la instancia de juicio abreviado fue fundamental el aval de las víctimas quienes prefirieron que el caso se resuelva en una instancia de este tipo y así evitar volver a remover el dolor y el daño que generan este tipo de hechos. Tanto la representante del Ministerio Público Fiscal como el juez Juan Manuel Sueyro repararon en que si bien en un debate oral podría alcanzarse una pena mayor a la impuesta la voluntad de las víctimas prima sobre esa circunstancia.
Los quince años de prisión que recibió Cuevas constituyen la pena máxima posible de aplicar en los juicios abreviados. En diálogo con QUÉ Digital la fiscal Gómez hizo referencia a la necesidad, a su entender, de que ese tope de pena sea modificado para casos de este tipo.
En el marco de la investigación, tres de las cuatro víctimas –chicos de entre 9 y 16 años- habían declarado en Cámara Gesell y ratificado la denuncia contra Cuevas: sus declaraciones fueron contundentes a la hora de narrar la pesadilla que les hizo vivir Cuevas cuando el hombre que se desempeñaba en la iglesia evangelista abusó de ellos.
Si bien una cuarta víctima nunca pudo enfrentar el proceso de declarar en cámara gesell por su estado psicológico ante el hecho, su caso también fue incorporado al juicio y aceptado por el juez.
Al aplicarle la pena, el juez Sueyro declaró reincidente a Cuevas, quien en 2001 había sido condenado también a quince años de prisión por un caso de abuso sexual, pero fue dejado en libertad en 2006.
El caso que conmocionó en marzo de 2016 a la ciudad se desató tras una denuncia realizada por un hombre cuando se enteró de que dos de sus hijos habían sido abusados. En medio de la conmoción, hizo la denuncia el jueves 24 de marzo de 2016. El día siguiente supo que el acusado, que era “amigo de la familia” y al que habían conocido en la iglesia evangélica instalada a metros de su casa, todavía estaba en libertad.
Con un grupo de vecinos lo fueron a buscar a la casa. Lo encontraron poniendo la pava para el mate y se produjeron incidentes. Llegó la policía y los reprimió con balas de goma. El padre de una de las víctimas terminó refugiado debajo de un auto y una mujer recibió doce impactos en una pierna. Como el acusado seguía en libertad, el sábado cortaron la Ruta 226 mientras algunos querían destruir el templo. A partir de allí el trámite judicial se aceleró y aquel domingo 27 de marzo Miguel Ángel Cuevas fue detenido en Sierra de los Padres. Desde ese día pasa sus días alojado en la Unidad Penal de Batán.
