“Basajaun Bestia.Bruto”, una historia que hace reír y conmueve
La única función será en Cuatro Elementos. Es la primera cita del ciclo de payasos organizado por Desequilibrio Tour. QUÉ Digital habló con los creadores de la obra acerca de los orígenes, el proceso creativo y la dramaturgia.
¿Cuál sería el lugar en el mundo donde echar raíces para Basajaun?
El misterio no tiene respuestas.
Entonces, el humano busca.
Las ansias motorizan, desesperan.
“Basajaun Bestia.Bruto” es una obra donde el único sustento del trabajo se apoya en profundizar el juego llevado a la acción escénica a través del lenguaje de la máscara del clown. Por este motivo el grupo de payasos Desequilibrio Tour la seleccionó para iniciar su ciclo de payasos.
La obra se podrá disfrutar por primera vez en Mar del Plata este sábado a las 22.30 en la sala del espacio teatral Cuatro Elementos, de Alberti 2746.
En un pequeño y aislado pueblo, un experimentado camarero vasco se prepara para otro día de trabajo. Una vez más, todo tiene que estar en su sitio. Sin embargo, en medio de su cotidiana y solitaria rutina, esconde debajo de su uniforme de trabajo una incómoda y bestial fuerza. Habrá, entonces, que mantener la compostura. O tal vez, no.
Marina Barbera, Verónica Bonino y Endika Izquierdo son los creadores de esta obra y quienes, en la previa del estreno, ahondaron acerca del origen de la pieza teatral, el proceso creativo y la dramaturgia. En una entrevista con QUÉ Digital, hablaron sobre la antigua leyenda vasca y la evocación de la imagen de Basajaun, “un personaje mitológico que vive oculto de los hombres en la profundidad de las montañas”.
“Se dice que es un ser de una fuerza prodigiosa y cubierto de largos pelajes, su aparición asusta. Protector de los rebaños, Basajaun lejos de ser agresivo, cuando se avecinan las tormentas o se acercan los lobos, con su rugido alerta a las ovejas a que retornen a sus refugios”, graficaron.
-¿Cómo nació la obra?
– En junio de 2017 el grupo comenzó un proceso de búsqueda de material trabajando tres veces por semana hasta agosto. En una segunda etapa hacia finales de agosto comenzaron a seleccionar los momentos de mayor interés con la intención de elegir un orden conductor de las escenas.
En septiembre participó de los ensayos Lila Monti, quien observó por debajo de la vida del camarero una bestialidad sin maldad, que encerrado en su rutina de trabajo, precisaba de su territorio, o de su hábitat soñado para el descanso. También participaron con sus miradas y devoluciones Javier Swevsky (teatro de objetos) Romina Ruiz (coreografía) y George Lewis (comedia física).
Entre los meses de noviembre y diciembre se terminó de definir la estructura dramática y el mundo sonoro apoyado principalmente en las tradicionales danzas vascas y en los animales de un pueblo aislado del campo. Finalmente se estrenó dentro del marco del Festival de Clown del Bolsón el 8 de Febrero del 2018 y arrancamos la temporada en Buenos Aires en abril.
– ¿Cómo fue ese proceso de creación?
– Inició en ese período de dos meses de ensayo, donde el actor proponía a través de libres improvisaciones, situaciones, estados y relaciones con objetos. El potencial expresivo se desenvolvía a través de una gran destreza en la comedia física. Comenzó a instalarse recurrentemente el elemento “mesa” y calidades de energías o personajes femeninos, masculinos y extranjeros.
La sala de ensayo tenía una puerta que conducía a la cocina del lugar y el actor comenzó a ofrecer entradas y salidas con objetos que generaban un espacio de detrás de escena con gran actividad. Entonces se definió la primera imagen o personaje troncal: un camarero.
-¿Y cómo llegó el personaje?
– Endika se dedica a este oficio hace varios años. Y detrás de la historia que cuenta un clown, siempre se alojan experiencias autobiográficas. Es por eso que como primera decisión estructural de la obra, la figura de un personaje dedicado al servicio y al cuidado delicado de la atención a los clientes, inspiró la búsqueda sobre la historia que contamos.
El uniforme, las rutinas de limpieza, el buen trato, el imaginario de clientes que llegan y la gran cantidad de utensilios fueron creando un mundo repleto de detalles, ritmos y agilidades. La cultura vasca, la familia y el pueblo, las danzas y la religiosidad impuesta fueron tiñendo el relato. Y a medida que avanzábamos en la trama, vislumbrábamos un deseo oculto, algo escondido, un recuerdo, una furia repleta de pasiones.
Y en la bruteza domesticada y en la bestialidad escondida, encontramos guía. Aquel costado rechazado por los modos sociales, los monstruos agitadores, develan el mundo interno de un simple trabajador, que ya no solo persigue el dinero y la comida para su supervivencia. Ahora Sueña. Ahora Cree.
-¿Y la dramaturgia?
– El arte del clown se apoya en un lenguaje donde la máscara establece una relación directa con el espectador. El eje dramatúrgico se desenvuelve en la construcción de ese puente de complicidad entre el actor y la audiencia. El gesto se expresa a través de un impulso preciso, proyectado, que desarrolla acción tras acción, creando escenas de gran contenido emocional.
El texto es acotado. La comunicación está establecida por la conexión con el público.
– ¿Cómo es la relación con el espacio?
– La modificación del espacio, el paso del tiempo, va sucediéndose a través de la transformación de los elementos escenográficos: una mesa es una caja de sorpresas, una bandeja es un escudo, un grupo de cubiertos, una multitud, el menú un libro de teatro clásico español, un mantel es el chal de su madre. La estética recurre a la síntesis de elementos para potenciar la destreza física del actor. El espacio vacío genera un imaginario más amplio que el recargado de información.
El elemento de color de mayor atención de la obra son las cortinas de fondo que separan el espacio del bar con la cocina. El personaje al inicio de la historia se encuentra divido como el espacio. A medida que va transformándose van cayendo estas separaciones dejando ver las sombras que estaban ocultas detrás.
