River conquistó América y se festejó en Mar del Plata
Bajo la lluvia de la noche, la hinchada “millonaria” marplatense celebró la copa Libertadores ganada por su equipo. El monumento a San Martín se tiñó de rojo y blanco, con fuegos artificiales, cantos y chicanas dedicadas a Boca.
River levantó la copa Libertadores de América tras 19 años y sus hinchas se abrazaron, lloraron y festejaron en todas partes. En Mar del Plata ni bien el arbitro uruguayo Darío Ubríaco hizo sonar su silbato y decretó el triunfo de River frente a Tigres 3 a 0, el pueblo “millonario” copó las calles y desde diferentes puntos la gente peregrinó al monumento a San Martín para unir las pasiones y celebrar el título y el fútbol.
Pasadas las doce de la noche, los hinchas de River llegaron al monumento San Martín en auto, en moto, en camión, caminando. Fueron cantando, tomando alcohol, celebrando. Los autos tocaron bocinas, las banderas rojiblancas flamearon y el humo de las bengalas rojas generó el clima del festejo para que la gente del campeón de América celebrara en Mar del Plata, y seguramente algo parecido habrá pasado en ciudades de todo el país.
Cómo no iban a festejar los hinchas de River, si hace 19 años que no conseguían ganar la Libertadores de América, si hace 4 se habían desangrado al irse a la B, si hace 3 lograron el ascenso, si el año pasado volvieron a ser los campeones del torneo de primera, ganaron la copa Sudamericana y este año consiguieron la Recopa Sudamericana y ahora la Libertadores de América.
Cómo no iban a salir los hinchas de River a la calle a pesar de la lluvia y el frío, si la pasión no entiende de clima ni de estación. Si la mecha de los fuegos artificiales prendió igual y la noche se iluminó. Si la pasión es una tradición que se pasa de generación en generación y en el monumento a San Martín había familias enteras, con abuelo, abuela, papá, mamá, hijos y perros. Si la pasión también forma amistades y los hinchas de River se abrazaron entre desconocidos y amigos.
Cómo no iban a cantar los hinchas de River en el monumento a San Martín, si necesitaban gritar a los cuatro vientos que la historia del club está definitivamente a salvo, gritar que si bien la mancha de la B no se borra ya el fantasma quedó atrás. Y sobre todo, gritarle a Boca, al eterno rival que dejaron afuera de la Sudamericana el en 2014 y de la Libertadores este año, que mientras festejan ellos duermen. Cantar que son River y, que sobre todo, no son Boca.
En 1501 días River fue el peor y el mejor, estuvo en el infierno y en el cielo de los campeones, sus jugadores fueron insultados, fueron amados, su estadio fue destruido y fue el más hermoso salón de fiesta; en la Libertadores pasó como el peor de los grupos, terminó como el mejor del continente. River es campeón de América y Mar del Plata festejó, porque cuando el fútbol es alegría es algo hermoso.
