Jueves 16 de mayo | Mar del Plata
04/09/2018

Venció el cáncer, volvió a jugar al fútbol y metió un golazo

Alejandro Soto fue el protagonista del fin de semana: con su gol Cadetes le ganó a Boca y él sentenció el partido más difícil: la lucha contra el cáncer.

Venció el cáncer, volvió a jugar al fútbol y metió un golazo
(Foto: Prensa Cadetes)

El último sábado, Cadetes le ganó 2 a 0 a Boca, pero no fue el único triunfo de la tarde. En el segundo tiempo y después de un año y medio de darle pelea al cáncer de médula, el lateral izquierdo Alejandro Soto concretó su vuelta a las canchas y, en sus diez minutos, la coronó con un golazo que le puso todavía más emoción a la tarde y cerró un ciclo.

Entre fines de 2016 y comienzos de 2017, Soto empezó su partido más difícil, cuando le diagnosticaron cáncer después de cinco meses de estudios: “Fue un golpazo, de la nada. No quedaba otra que afrontarlo y hacer el tratamiento. Fueron sesiones de quimioterapia para tratar el Linfoma no hodgkin, dentro del cáncer es una de las benignas. Hice las sesiones en Mar del Plata y a la quinta la enfermedad estaba nula”, explicó.

Entre tanto, la lucha silenciosa y solitaria. Semana por medio debía ser internado y aislado ante las bajas defensas con las que contaba producto de las operaciones. Antes de erradicar por completo el cáncer, fue sometido a un autotrasplante de células madre en La Plata, lo que lo obligó a estar un mes más sin contacto con el exterior.

Apenas estuvo apto, Soto no dudó en volver a hacer lo que más quería: en marzo volvió a entrenar para el equipo que comenzaba por aquel entonces, con un plantel plagado de juveniles, a disputar el Torneo Norberto Eresuma de la Liga Marplatense. Este sábado, a más de un año y medio del comienzo de su enfermedad, volvió, y volvió con todo.

“El encuentro con la cancha de fútbol fue increíble, hermoso. Lo que más esperaba. Desde que arranqué con toda la enfermedad, lo único que quería era volver a la cancha. Fue inolvidable el partido del sábado. Me pidieron que le dé con todo en los últimos minutos”, contó quien sería el protagonista de la tarde dejando su huella, también, en el marcador.

“Veo el video del gol una y mil veces y no lo puedo creer, me emociono. Cuando tuve la pelota no se me vino nada más que pegarle y por suerte entró. El apoyo fue increíble. Desde que dijeron ‘Ale, vení’, toda la hinchada estaba gritando. Cuando hice el gol, miré para la tribuna que se venían todos los chicos y fue increíble, no lo puedo explicar”, agregó.

Una de las frases favoritas de Alejandro es “sin esfuerzo no hay recompensa”, y con razón: tuvo que poner mucho de sí para salir delante de una situación complicada y hoy, un año y medio después, está rehaciendo su vida, la mejor recompensa posible.

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04/09/2018