Distracciones de verano
Editorial QUÉ, en la radio
El verano funciona como un placebo de la vida. Pasan cosas que embelesan el aire, las calles, las vidas que se dejan embelesar. Cuando el verano funciona bien, la ilusión permanece y da cierto margen por un tiempo. Pero la ilusión termina.
La ilusión en este enero otra vez se llamó Boca-River, y no sirvió. La ilusión se llama festivales de música, pero no bastó. La ilusión es un quilombo de guardavidas que reclaman, es un cuidacoches que extorsiona, es un choque entre turistas de diferentes provincias. Pero este verano la ilusión no funcionó.
Mar del Plata en verano vive una realidad paralela, más banal y chabacana que el día a día.
Pero este verano la realidad paralela, el espectáculo, está basado en la vida de todos nosotros. Y no es un buen guión. Cuando la ilusión no funciona no queda otra que hacer preguntas ¿Y ahora qué queda?
