La misma historia
Editorial QUÉ, en la radio
El aumento del boleto es un eterno deja vú. Los empresarios quieren un número, los concejales les dicen que no, negocian, lo suben a un punto intermedio y los que se joden son los usuarios, los que usan el colectivo, a los que un aumento a un punto medio los hace desangrarse.
Está bien, las cosas están más caras. La nafta está más cara, la vida está más cara, para los empresarios los sueldos están más caros. Hay inflación, aumentos de tarifas y ajuste. Deja vú, los que se desangran durante el ajuste son los trabajadores; a los que se les exprime un poco más, siempre un poco más, es a los trabajadores; el precio del ajuste traducido en aumento del boleto va para los trabajadores.
Hoy definen el aumento del colectivo. Y poco parece que importa la denuncia de empleados fantasmas en las empresas. Se define el aumento y poco importa si eso jode a los trabajadores.
Se define el aumento y los concejales son los que lo votarán. Seguramente sea necesario aumentarlo ¿Pero es necesario que el aumento lo paguen los que menos tienen?
