Médico enfrenta juicio por dejar morir a mujer baleada por su hijo
Jorge Caldera está acusado de no haber prestado ayuda a Bárbara Tiscornia, asesinada de un disparo por el hijo del hombre en 2003. El debate comenzará este lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal 1.
Bárbara Tiscornia fue asesinada por Guillermo Ezequiel Caldera en 2003, y en 2005 el hombre fue condenado por la Justicia. Pero para la familia de Bárbara, la justicia no llegó a todos los implicados, ya que denunciaron al padre del culpable del homicidio, el médico Jorge Caldera, por “abandono de persona seguido de muerte” y este lunes, en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 comenzará el debate.
La denuncia presentada por el abogado que representa a la familia Tiscornia, Julio Razona, es acompañada por el fiscal Alejandro Pelegrinelli. La misma se basa principalmente en que el hecho, el asesinato de bárbara, y la culpabilidad de Ezequiel Caldera ya fueron acreditados en el juicio en su contra en 2005 y que también fue acreditado que su padre, el médico Jorge Caldera, estuvo en el lugar del hecho a los “dos minutos” de lo sucedido. Estuvo junto al cuerpo de Bárbara a los dos minutos de haber recibido un disparo en el rostro. Estuvo, según Razona y peritos, junto al cuerpo de Bárbara mientras todavía estaba viva, y no hizo nada.
Razona explicó que durante el juicio por homicidio “tanto el perito médico oficial, Chiodetti, como los ofrecidos por las partes, Tedeschi por la defensa y Fernandez Peronna, Roberto Adamow y Esteban David Heredia, concluyeron que Bárbara sobrevivió al disparo que terminara con su vida durante, aproximadamente quince minutos”.
La familia de la víctima en la denuncia remarca que “el tiempo de sobrevida de Bárbara fue analizado por intermedio de los peritos de parte, al llevarse a cabo la instrucción suplementaria, dentro del juicio oral, por lo tanto, no se llevaron a cabo pericias específicas que podrían determinar sin lugar a dudas el período en que Bárbara permaneció con signos vitales junto a Jorge Caldera”.
De todos maneras, la familia de la víctima considera que “existió una prolongada sobrevida de Bárbara y que en lugar de ser atendida de inmediato por el médico denunciado, fue introducida dentro de dos bolsas de consorcio, envuelta en una manta, trasladada al interior del baúl de vehículo de Jorge Caldera, para posteriormente ser arrojada desde un acantilado ubicado en Williams y la costa a la playa”.
La hipótesis de la familia de Bárbara es que “Jorge Caldera, con el fin de ocultar el crimen cometido por su hijo, de engañar a los investigadores y de tratar por todos los medios posibles de burlar a la justicia, dejó librada a su suerte a la joven, gravemente herida. Cuando el denunciado arribó al departamento en el que fue agredida se encontró con una persona con un disparo en el rostro, sin orificio de salida, por lo tanto, jamás pudo haber evaluado la gravedad del mismo, sin embargo pudo certificar el riesgo cierto que implica una agresión de ese tipo llevada a cabo con un arma de gran poder de fuego (calibre 11.45), en consecuencia el traslado de victima a un centro asistencial era una cuestión esencial para tratar de salvar su vida”.
En 2005, cuando Ezequiel Caldera fue condenado por el homicidio de Bárbara, su padre, Jorge Caldera, quedó absuelto de “encubrimiento”, ya que se trataba de su hijo quien estaba siendo juzgado. Ahora, el médico enfrenta otro tipo de denuncia, la de haber abandonado a una persona herida y haberla dejado morir.
