“Es muy común salir a las barrancas y encontrar fósiles”
El paleontólogo del Museo Municipal de Ciencias Naturales, Matías Taglioretti, se refirió a los últimos hallazgos de la zona y dijo que es posible toparse con una parte de “la historia natural de los últimos seis millones de años”.
En los últimos meses, las noticias se repitieron: familias que recorrían la zona costera y que, en algunos casos con el ojo ya entrenado, concretaron importantes hallazgos paleontológicos. Más allá de lo colorido de la información, lo cierto es que Mar del Plaza y la zona comprenden un espacio de suma importancia donde es posible toparse con una gran parte de “la historia natural de los últimos seis millones de años”, representada en fósiles.
“Es algo común salir a las barrancas, y si alguien tiene el ojo medianamente entrenado, encontrar fósiles”, resumió el paleontólogo Matías Taglioretti respecto a la situación local. El especialista -que se desempeña en el Museo Municipal de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia”– destacó, en diálogo con QUÉ, en la radio, las innumerables posibilidades que esconce el territorio y habló de los hallazgos pendientes.
“La zona que va de Necochea a Mar de Cobo es una zona muy fosilífera que representa la historia natural de los últimos seis millones de años; si bien no están todos representados de forma iguales, se pueden ver distintos momentos del tiempo en distintas partes”, explicó, respecto al porqué de los hallazgos. En ese sentido, dijo que los mismos con comunes y para quienes conocen la especialidad es casi imposible salir a las barrancas y volver sin fósiles.
En esa misma línea, y consultado respecto a los procedimientos y mecanismos, el especialista dijo que lo primero que hay que hacer al concretarse un hallazgo es ponerse en contacto con el museo, para que el equipo que integra el Laboratorio de Paleontología comience el proceso de extracción del material. “Ahí lo que hacemos es invitar a la persona que hizo el hallazgo también, para que se sienta parte del proceso que da lugar a la recuperación del material”, detalló.
Dado que en la provincia de Buenos Aires es necesario tener un permiso de investigación para extraer los fósiles, y que Taglioretti es uno de los profesionales autorizados para concretar las extracciones, es mucho el trabajo que realizan desde el museo. “Lo que tratamos es de dar respuesta a los hallazgos por parte de terceros, aunque nosotros también realizamos prospecciones paleontológicas y salimos activamente a las barrancas”, advirtió.
En cuanto al tiempo de extracción, el mismo varía mucho de acuerdo al hallazgo. Y en ese sentido, el paleontólogo graficó lo complejo de cada situación al referirse al hallazgo, tiempo atrás, de un perezoso gigante: “Como lugar es de muy difícil acceso solo podemos trabajar en verano; es un material que hace tres veranos consecutivos venimos sacando, y seguramente habrá un cuarto verano. Lo vamos trabajando en cuotas”.
DEL AVE DEL TERROR A LOS BORHIÉNIDOS
En términos de trayectoria, para el especialista del museo, el hallazgo más importante en la ciudad fue el de un ave del terror, encontrada en 2010 en la zona de las barrancas del sur. “Recién tomó prensa el año pasado: el ave fue encontrada en un 98%, es uno de los esqueletos de vertebrados más completos hallados en Argentina y las tareas de preparación del material, investigación y publicación fueron extensas”, recordó y destacó el valor de este animal corredor, carnívoro y de casi tres metros de altura.
Y en cuanto a la existencia de algún hallazgo pendiente, Taglioretti explico que “hay un desbalance si uno hace un recuento de la fauna porque faltan animales carnívoros de gran talle”. “Uno de los que podría aparecer es un animal que se llama borhiénido (marsupiales carnívoros) de aspecto semejante a la hiena y creemos que podemos dar con algún espécimen, aunque es difícil encontrar formas carnívoras porque siempre están en menor número en relación a las herbívoras”, completó.
