Luis Salomón: “Hay que darle una vuelta de tuerca a la Defensoría”
El vecinalista de Las Américas electo como defensor del pueblo habló de su estrategia para atender los problemas de los barrios. Dijo que “no va más eso de quedarse en la oficina esperando” y que “la relación con el gobierno va a ser distinta”.
Luis Salomón, vecino y presidente de la sociedad de fomento del barrio Las Américas, ganó hace unos días la elección de la Defensoría del Pueblo. El lunes pasado se alzó con 30 de los 65 votos de las entidades vecinales que participaron; el doble de los que obtuvo el defensor saliente, Walter Rodrígez, que intentó sin éxito su reelección.
“Que los mismos pares te elijan para ocupar un lugar de privilegio implica reconocer el trabajo hecho y eso me genera un gran compromiso”, dijo Salomón, hombre lleva varios años en el fomentismo marplatense y que celebrará su cumpleaños número 50 desempeñándose como uno de los tres responsables de la Defensoría del Pueblo por cinco años.
A través de la Federación de Asociaciones Vecinales de Fomento la voz de Salomón se extendió en los últimos años en los barrios y pasó varias veces por el Concejo Deliberante, en sesiones donde los problemas con los convenios, el barro, el transporte, la salud fueron foco de debate.
“Esta elección demostró que lo que decíamos que podíamos hacer desde la Defensoría, en cierta forma lo veníamos practicando desde la Federación. Muchos compañeros creyeron y se sumaron a acompañar esta idea”, dijo respecto a haber ganado la elección.
El defensor del pueblo electo –fue reelegido también Fernando Rizzi por los colegios profesionales y la justicia, tras la suspensión, deberá asignar un nuevo día para que voten las ONG- planteó cómo quiere desempeñarse ante el gobierno y también con los barrios.
Luis Salomón vive en el barrio Las Américas: “Vivo en un barrio donde salgo de mi casa y no tengo asfalto, salgo a la calle y piso el barrio”. Y enseguida aclaró que “hay darle una vuelta de tuerca a la Defensoría” y que el defensor “no tiene que quedarse encerrado en la oficina esperando que traigan algún reclamo, no va más eso; tiene que ir a buscar el problema, ir al vecino”.
“El poder de contralor lo tiene la Defensoría para interpelar, tratar de llegar a una medición, ir con más energía a pedir explicaciones y cuando creamos que hay un acto de injusticia, presentarnos en la justicia y hacer el reclamo para que ese funcionario cumpla con la tarde para la que fue designada”, resaltó Salomón.
En relación a los barrios, insiste en “no quedarse en la oficina todo el día” y diagramar la semana para ir al encuentro con las sociedades de fomento y las ONG: “Vamos a tomar un mate a los barrios para interiorizarnos de la problemática puntual en el lugar, acercarse a la gente; ya no una movida tan institucional sino ir a interactuar con el vecino de igual a igual”.
LA REPRESENTATIVIDAD DE LA DEFENSORÍA
Para el vecinalista Luis Salomón, el defensor “es un vecino que está ocupando un lugar de representatividad; nada más”.
Contó que su decisión de participar en esta elección la estuvo proyectando y “trazando como un horizonte” en los últimos años y ahondó en los problemas y las situaciones que pueden enfrentarse mejor o al menos con “más herramientas” desde la Defensoría que desde una sociedad de fomento o incluso la Federación.
“Es muy distinta la llegada que tenés para encontrar una solución. Desde una Defensoría tenés acceso a la misma información y en ciertas situaciones estás en condiciones de exigir una forma de atender y resolver el problema”, explicó.
En ese contexto, aclaró, “la relación va a ser distinta con el gobierno” y que “ya no será ‘callate, escuchá y obedecé’; sino hablemos porque es nuestro compromiso encontrar soluciones a las necesidades de los vecinos en los barrios”.
Otro reparo que tuvo el fomentista, pasó por la defensa de sus pares: “Cuando se dude de la honestidad de un compañero o se le falte el respeto, sin duda nos van a encontrar parados de la vereda de enfrente no solo levantando la voz sino tomando una medida desde la Defensoría”.
Los problemas en los barrios de Mar del Plata y Batán son generalmente los mismos, pero se agrandan y se extienden cuanto más alejados están del centro de la ciudad. El mal estado de las calles, las inundaciones cuando llueve, la frecuencia y el recorrido de los colectivos, la basura, la seguridad y la salud; sumado al desempleo, el incremento de los servicios y el impacto de la inflación en los precios.
“Los barrios más alejados tienen la problemática más grande. Por eso hay que ser un gestor permanente para volcar soluciones”, dijo Luis Salomón y señaló lo que desde los distintos barrios ya le vienen planteando para que atienda desde la Defensoría.
“Hay barrios donde están cerradas las salas de primeros auxilios. Otros que tienen pozos de agua de OSSE conectados a la red y los vecinos de la vereda de enfrente no tienen agua corriente y toman agua de las napas contaminadas. Hay ingenieros, arquitectos y cooperativas para extender la red”.
“Además -continuó- el transporte funciona mal en muchos lados. Hay que sentarse con el empresario. No se puede habitar un barrio si no hay medio de transporte. La Defensoría tiene que tomar cartas en el asunto”.
Por último Luis Salomón insistió en “no quedarse encerrado en la oficina esperando que traigan algún reclamo” y se comprometió a “estar sentado en las discusiones de las medidas que hay que tomar para transformar la calidad de vida de los vecinos de Mar del Plata”.
