Navidad en la calle: sumar voluntades para llenar la soledad
Voluntarios de distintas ONGs y grupos solidarios reunieron juguetes y alimentos y los entregaron en Nochebuena a personas en situación de calle o clara marginalidad habitacional frente al Hospital Materno Infantil.
Para hacerle frente a la soledad en la que muchas de las personas que viven en situación de calle y en una extrema marginalidad socio-institucional pasaron la Navidad, voluntarios de distintas ONGs abocadas a organizar actividades solidarias todo el año reunieron donaciones y compartieron un momento de encuentro y celebración con quienes anoche no pudieron reunirse en familia para pasar la Nochebuena.
Fue en la esquina de Santiago del Estero y Alvarado, frente al Hospital Materno Infantil, uno de los puntos de encuentro callejeros coordinados por las ONGs para asistir, ayudar y nada menos que estar con quienes viven en la calle despojados de muchos de sus derechos para atender algunas de sus necesidades.
La Noche de la Caridad y Nada es Imposible, junto a grupos de distintas iglesias llevaron juguetes, tarjetas con buenos deseos, productos típicos de la mesa navideña (sin alcohol) y alimentos en general donados por distintos comercios, empresas y vecinos de Mar del Plata.
Hombres solos, mujeres solas, adolescentes y familias sin recursos con niños pequeños recibieron esta ayuda con una sonrisa, pero no solo agradecieron los bolsones que se llevaron, sino el gesto de los voluntarios y el tiempo dedicado para compartir, jugar, bailar y charlar.
“Nosotros nos damos cuenta cuando nos traen cosas para hacer política, para figurar y cuando como en este caso lo hacen por la voluntad de ayudar, de corazón”, dijo una de las mujeres asistidas.
La actividad que coordinaron las ONGs frente al Materno Infantil no expone oportunismo alguno ni se realizó únicamente por la fecha, sino que forma parte de “un trabajo de todo el año, constante, con las ganas de estar y de dar una mano en todo lo que se puede”, señalaron los voluntarios.
Mientras tanto, casi en simultáneo, desde la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio salieron por algunos barrios horas antes de la Nochebuena a repartir bolsones navideños con tres productos: un pollo, un pan dulce y un turrón. Solo eso y exclusivamente por la Navidad.
La suma de voluntades de las entidades de bien público para pasar esta Navidad en la calle con quienes en ella viven ratifica fundamentalmente dos cosas: que la calle no es ni debe ser un lugar para vivir, y que un abrazo, un encuentro, una atención, una palabra y una sonrisa sincera solo por el hecho de estar y ser, valen más que cualquier promesa política de campaña o gobierno.
Muchos, anoche, luego de este breve encuentro callejero, no se sentaron en ninguna mesa navideña. Pasaron la “fiesta” solos en la calle. La fecha potencia las ausencias, las necesidades y los sentimientos. Pese a este lazo que desinteresadamente forjaron las ONGs con los que menos tienen, para muchos la de anoche volvió a no ser una feliz Navidad.
