#Navidar: la solidaridad de los marplatenses llegó a 333 familias
La exitosa campaña organizada por Nada es imposible reunió 333 cajas con alimentos y presentes que los voluntarios repartieron antes de Navidad entre familias de bajos recursos y personas en situación de calle.
“Pensábamos juntar unas 30 cajas… pero recibimos más de 300”, señalaron aún sorprendidos los voluntarios de Nada es Imposible tras repartir las 333 cajas confeccionadas con alimentos y un presente para familias de bajos recursos y personas en situación de calle de Mar del Plata.
Con el objetivo de que “a ninguna familia le falte nada esta Navidad”, la ONG se sumó en la ciudad a esta campaña nacional #Navidar que se extendió por todo el país con grandes resultados.
“Quisimos acercarle amor y que sepan que hay gente pensando en los que menos tienen”, señaló Ariel Adera, uno de los voluntarios de Nada es Imposible, conforme con el éxito que tuvo la campaña en Mar del Plata, donde se reunieron 333 cajas navideñas confeccionadas por vecinos y comerciantes llenas de alimentos no perecederos y presentes.
Muchos de los que colaboraron se tomaron también el tiempo de hacer dibujos, escribir mensajes y decorar especialmente las cajas para que el gesto solidario tenga como valor agregado el calor y el afecto que además de las donaciones toda familia necesita.
En los últimos días, los voluntarios se distribuyeron estratégicamente en distintos puntos de la ciudad para acercar las cajas a quienes más necesitan de la solidaridad en las Fiestas, tanto en casas particulares como en hogares, comedores y demás lugares de asistencia. Además de familias de distintos barrios, personas en situación de calle también recibieron sus regalos.
“Necesitamos que haya más compromiso y que quienes ayudan comiencen a recorrer un camino que comienza en la amabilidad y avanza a la solidaridad”, añadió Ariel Adera, quien destacó la importancia de “crear conciencia de saber que hay gente que la está pasando mal”.
La exclusión social que caracteriza a muchos de los hombres y mujeres que duermen en las calles de Mar del Plata se ve reflejada no solo en el hecho de estar “fuera del sistema”, sino también en pequeños gestos lamentablemente naturalizados: “Muchos no los miran a los ojos, no les preguntan cómo se llaman, suben la ventanilla si se les acercan al auto, y la verdad es que son personas, necesitan del otro y si están en la calle es por una situación difícil que vivieron”, mientras que si quienes señalan con el dedo “tomaran conciencia de lo afortunados que somos, se generaría más solidaridad” a través de la suma de voluntades.
