Viernes 17 de mayo | Mar del Plata
14/03/2015

Teatro Güemes: “Cerró porque dejó de ser negocio”

El productor y uno de los empresarios responsables del espacio, Pablo Pérez Iglesias, dijo que a pesar del dolor que pueda causar, “la vida continúa” y buscará en el interior del país un nuevo lugar para armar una sala.

Teatro Güemes: “Cerró porque dejó de ser negocio”

El arte y la cultura también son un negocio. La frase suena horrible, pero sería naif pensar lo contrario, al menos para las grandes salas. El Teatro Güemes era un negocio, lindo, hermoso, cuidado, prestigioso, clásico. Pero un negocio. Y, como casi todo negocio, cuando los números no dan no hay vuelta atrás. Por eso cerró sus puertas.

El domingo 8 de marzo fue la última función de Leonas en el Teatro Güemes , fue la última función de la temporada en el Teatro Güemes  y fue, sobre todo, la última función del Teatro Güemes . Aplausos, se baja el telón, se apagan las luces y silencio. Nada más que silencio.

“Cerró porque dejó de ser negocio. Hace bastante temporadas que pasaba eso”, dice Pablo Pérez Iglesias, productor y responsable del Teatro Güemes desde hace 17 años, desde que primero fue La Subasta –un lugar con escenarios, pero con mesas y sillas para comer y tomar algo- y luego se volvió el Teatro Güemes, con 560 butacas.

-¿Cómo puede ser que no sea negocio con los espectáculos de primera línea que traían?

-No hay explicación. En principio, los inviernos de este último tiempo se debieron para simplemente quedar a mano y, en los veranos, se incrementaron los costos y se fue perdiendo rentabilidad. Cada vez era más difícil armar la programación y cada vez era más difícil sostener un punto de equilibro, para hacerlo comercial.

El Teatro Güemes cerró, a pesar de haber tenido siempre figuras del espectáculo, y también haber dado lugar a obras locales e independientes. Arte en medio de una de las zonas más banales de la ciudad, en donde desde el teatro, hacia toda dirección, es consumo.

Pérez Iglesias recuerda que en los 17 años del Teatro Güemes/La Subasta vivió grandes momentos, como: “Kusturica, Paul Williams, Ismael Serrano, El Flaco Spinetta. Baglietto y Vitale fueron un bastión en el teatro. El amateur, de Mauricio Dayub, Una bestia en la luna, El cartero, La casa de Bernardo Alba. El regreso del Tigre Brandoni y las temporadas de Fernando Peña”.

Un teatro es un lugar muy especial, de muchas formas diferentes. Es un lugar donde se cuentan historias, se representan sueños, se resiste a la realidad, se inventa una realidad. Para el productor Pérez Iglesias, el teatro es “el anclaje” de su profesión. “Las paredes te afirman más en la profesión de productor de teatro”, dice.

El Teatro Güemes cerró. Actores se encuentran con una sala menos. Sonidistas, iluminadores y acomodadores sin lugar de trabajo. El hombre que retaba al espectador por llegar a un función tarde se queda a sin nadie quien retar.

“Hay muchos otros teatros y lugares, está muy metido en la gente y eso dolió. Pero la vida continua”, dice el productor y tiene razón, la vida continúa. En su caso, se quedó con el teatro armado y evalúa armar una sala en Neuquén, Mendoza u otro lugar del interior.

El Teatro Güemes cerró y en su lugar abrirán una casa exclusiva de una marca de ropa deportiva. Y la vida continúa, más banal, pero continúa.

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14/03/2015