Una habilitación cultural a la vuelta de la esquina
En una casa chorizo, que era de inmigrantes italianos, ubicada en Alberti 3723 funciona el espacio Colectivo cultural a la vuelta de la esquina, sede del Teatro del jardín. Desde diciembre esperan la habilitación municipal.
En una casa chorizo de inmigrantes italianos una familia armó un espacio cultural, una nueva sala de teatro independiente, un escenario para bandas y un lugar para realizar talleres. Fueron casi dos años de acondicionamiento para que el Colectivo cultural a la vuelta de la esquina pudiera estar listo para funcionar en Alberti 3723. Si bien el expediente ya fue aprobado, aún no reciben la habilitación municipal para poder trabajar.
Ángeles Depaoli es una de las responsables del Colectivo cultural a la vuelta de la esquina y cuenta que el espacio fue restaurado por amigos. “Hay mucho puesto de entusiasmo y cariño”, sintetiza para explicar cómo lograron transformar la casa de sus bisabuelos que estuvo casi 15 años cerrada en un lugar para el arte.
Dentro del Colectivo cultural a la vuelta de la esquina funciona el Teatro del jardín, una nueva sala pensada para el teatro independiente marplatense. El lugar fue pensado para que tanto los artistas como el público estén cómodos y seguros: telones ignífugo, matafuegos, salidas de emergencias señalizadas, barra antipánico y cableado prolijo. “Al no tener la inspección municipal no sé si falta algo más“, dice Ángeles.
Ángeles recibió la aprobación del expediente para habilitar el espacio cultural el pasado 5 de diciembre, durante la gestión de Pulti. Con cambio de gobierno mediante, volvió a presentarse en el Municipio para pedir que le realicen la inspección en el Colectivo cultural la vuelta de la esquina y así poder tener la habilitación. Ángeles le pide al Municipio que por favor le realice la inspección para conseguir la habilitación y poder trabajar.
“Los centros culturales, teatro y casas de arte trabajan aun sin la habilitación completa, pero me gustaría tener todo en orden”, dice Ángeles, quien este verano presentó la obra El Encuentro en La Bancaria por no tener habilitado su espacio.
Ángeles explica que el Colectivo Cultural la vuelta de la esquina “no será un lugar comercial, será de cooperación solidaria“. “La idea es incluir al barrio, incluir a los colegios. Profesores amigos que están preparando talleres de teatro y música, un coreógrafo quiere dar clases de danza. Hay producciones de teatro y bandas que piden la sala y yo tengo tres producciones listas”, remarca la teatrista.
“Aspiramos a que se mueve el publico de un grupo a otro, de un estilo a otro. El teatro independiente tiene una orientación de búsqueda intelectual, de hacer un camino de nuevas técnicas, de nuevas puestas. Hay público para eso, que es muy especifico y amante del crecimiento y desarrollo”, dice Ángeles.
Ángeles dice que no puede explicar por qué se decidió a abrir un espacio cultural. Pero sí asegura que el arte le hace bien, le hace bien a ella, al de al lado y al de enfrente. “El arte es una piedra que cae al agua, es una ola que se expande. Hacemos ensayos de noche, uno viene cansado, de trabajar de otra cosa, pero llegás al lugar, ensayás y realmente te sentís liviano, te sentís bien. El arte renueva, rejuvenece, te da esperanza. Uno ve que puede cambiar las cosas”, asegura.
“Nosotros queremos trabajar. Nadie quiere trabajar con peligro para el público, nadie quiere trabajar con una actividad nociva. El teatro es fuente de trabajo, de desarrollo social. Que la Municipalidad nos dé el marco, que nos facilite la habilitación, que nosotros haremos lo mejor que podamos”, finaliza Ángeles, quien de todas maneras prepara sus obras para presentar en el Teatro del jardín del Colectivo cultural la vuelta de la esquina, pero a puertas cerradas, porque quiere tener todo en orden.
