Ordenan el desalojo de Plataforma 12: preocupación y resistencia
La asociación civil “Ni alas ni raíces”, a cargo del centro cultural que funciona en el piso 12 del Banco Provincia, recibió una notificación que ordena la “desocupación inmediata” de las instalaciones.
Al igual que hace tres años, aunque esta vez por vías legales y no con “matones” y amenazas, la continuidad del centro cultural “Plataforma 12” -ubicado en el edificio del Banco Provincia- vuelve a ponerse en duda. Los responsables de la asociación civil “Ni alas ni raíces”, quienes llevan adelante la amplia actividad social y cultural del espacio, recibieron en los últimos días una notificación judicial que los intima a desalojar de inmediato las instalaciones.
Más de 200 personas concurren regularmente a este centro cultural que funciona en el decimosegundo piso del edificio de San Martín y Córdoba para asistir a distintos talleres que la asociación civil presta hasta el momento sin costo alguno y en pos de garantizar el acceso a la cultura a sectores vulnerables de la población.
Recientemente, apoderados del lugar que actuarían por orden del Banco Provincia ordenaron el desalojo y solicitaron una medida cautelar de desocupación inmediata a los fines de que volver a hacer uso del espacio.
En diálogo con QUÉ Digital, el abogado Juan Manuel Rivero Clauso, representante legal de la asociación civil “Ni alas ni raíces” que está cargo del centro cultural Plataforma 12, confirmó que “hay una orden de desalojo en curso” a raíz del vencimiento del contrato de comodato que había de por medio.
Recientemente se fijó una audiencia entre las partes para el próximo 4 de octubre, pero la situación sería desfavorable para el centro cultural que -vale aclarar- ha sido declarado de interés municipal, ha realizado importantes tareas de mantenimiento en las instalaciones (electricidad, baños, pintura y puesta en valor) y dicta en forma gratuita talleres de teatro, fotografía, meditación y danza -entre otras actividades- para más de 200 vecinos de Mar del Plata.
“Cada uno de los responsables del lugar tiene un fuerte sentido de pertenencia con el espacio. Se ha intentado de muchas maneras poder llegar a un acuerdo, pero la situación es compleja. Entendemos que es necesario visibilizar la situación para garantizar la continuidad de los talleres que se dictan y que acercan el arte a la comunidad“, destacó el abogado.
La preocupación que se generó a raíz de esta orden de desalojo derivó en primera instancia en el rechazo de la cautelar de desocupación inmediata en relación al aspecto legal.
Pero al mismo tiempo, en defensa de la continuidad del centro cultural en este edificio, los responsables del lugar pondrán en marcha una serie de acciones para visibilizar el rol social y cultural del espacio.
En este sentido, quienes llevan adelante las riendas de Plataforma 12 invitaron a la comunidad a hacerse presente este viernes a las 17.30 en el centro cultural ubicado en el decimosegundo piso del edificio del Banco Provincia de San Martín y Córdoba para exponer la situación que vive el espacio ante esta orden de desalojo, en pos de comunicar el valioso aporte que realiza a la comunidad la asociación civil “Ni alas ni raíces”.
UN ANTECEDENTE SIMILAR: INTENTO DE DESALOJO CON “MATONES” Y AMENAZAS
Entre fines del 2014 y principios de 2015 este mismo centro cultural se vio inmerso en un fuerte conflicto también ante la intención de desalojarlos, aunque en aquella oportunidad por la fuerza.
Una tarde de finales de diciembre de 2014 dos “matones” fueron hasta el lugar para echar a las personas que manejan el centro cultural. Utilizaron gas pimienta y picanas para amedrentarlos y huyeron.
A partir de ese entonces hubo amenazas, una denuncia penal con idas y vueltas, inspecciones y una tensa situación que se mantuvo durante meses.
El problema de fondo, hace tres años y ahora, es la falta de un contrato, debido a que desde el inicio las partes se manejaron “de palabra”. A lo largo de este tiempo se iniciaron tratativas a los fines de que los responsables del centro cultural puedan acceder a un contrato formal o incluso a la compra del espacio, pero las mismas no prosperaron.
A partir del vencimiento del comodato antes mencionado, esta vez por las vías legales, la continuidad del rol social y cultural de Plataforma 12 vuelve a ponerse en jaque y los trabajadores del lugar están dispuestos a defender su espacio.
