Jueves 16 de mayo | Mar del Plata
22/01/2015

“Pensé que el básquet no me iba a dar más alegrías”

Sergio Santos Hernández, flamante entrenador (nuevamente) de la Selección Argentina, dialogó a solas con QUÉ sobre esta nueva convocatoria, los objetivos y sus sensaciones particulares en este proceso de cambios que vive el básquet nacional.

“Pensé que el básquet no me iba a dar más alegrías”
Sergio Hernández, durante el juego de anoche entre Peñarol y Regatas en Once Unidos. (Foto Kito Mendes)

Siempre dispuesto. Siempre sonriente. Y más en este momento, con su vuelta como entrenador de la Selección Argentina, confirmada días atrás. Y, también como siempre, accesible para cualquiera que quiera saludarlo, sacarse una foto o entrevistarlo.

No es casualidad su elección, su regreso. Sergio Santos Hernández condujo al seleccionado nacional durante cinco años (2005-2010), período en el que logró, por ejemplo, el cuarto puesto en el Mundial de Pekín (2006) y el Panamericano de Río de Janeiro (2007), medalla de plata en el FIBA Américas (2007), campeón en el FIBA Diamond Ball (2008) y medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing (2008). Luego fue designado asistente de su sucesor Julio Lamas.

Como tampoco fue casualidad su presencia el miércoles en el juego entre Peñarol y Regatas, en Once Unidos. El ex técnico “Milrayitas”, con sus hijos radicados en la ciudad, siempre se da una vuelta por Mar del Plata y, ya que está, pasa a saludar a viejos amigos del club con el cual ganó todo.

Se sentó en la platea, rodeado de hinchas y dirigentes. Una vez finalizado el juego se quedó sentado esperando a que todos se retiraran. Cada persona que pasaba a su lado lo saludaba, le pedía una foto o un autógrafo. Accedió a cada pedido con una sonrisa amplia. Lo mismo con QUÉ. Extendió su mano y, apretón mediante, ante la consulta de tomarse unos minutos para conversar sobre su retorno a la Selección, asintió con la cabeza y palmeó el asiento a su izquierda a modo de invitación para emprender un diálogo cómodo. Mano a mano.

– Este llamado te agarra en un momento de descanso, en contraposición a la vez anterior…

– El 31 de enero me voy a Puerto Rico a dirigir la Liga de allá, así que me agarra cansado otra vez (bromea). Pero no, hablando en serio, me vino muy bien este tiempo sin competir que era algo que estaba buscando hacía tiempo y no me animaba. Me vinieron muy bien estos dos meses, y sin duda me agarra en el mejor momento.

– ¿Te sorprendió el llamado o lo esperabas?

– No estaba muy expectante en lo personal. Sí de la elección del entrenador porque para mí era un paso importante que tenía que dar la Confederación. Tenía una postura muy tomada de que en este momento se necesitaba un entrenador con experiencia, con espalda ancha porque vienen tiempos, no digo complicados, pero sí diferentes en los que hay que tomar decisiones importantes, hay torneos en los que quizás no se van a conseguir los objetivos que se lograron en los últimos 12 o 14 años. Entonces me parecía que no importaba tanto el nombre propio sino que tenía que ser un entrenador de los que tenían larga trayectoria en la Liga, en el básquet de nuestro país. Era simplemente la idea mía, porque también tenemos entrenadores jóvenes buenísimos como (Nicolás) Casalánguida, que gracias a Dios va a estar conmigo, al igual que (Silvio) Santander. Tenemos jóvenes para ya dirigir en Liga, pero me parecía que era un momento para un (Julio) Lamas, Néstor García si no estuviera en Venezuela, un (Oscar) “Huevo” Sánchez, alguien que tenga más de 20 años de trayectoria como para afrontar esta etapa.

– Y eligieron a Hernández, que ya seguramente tiene una planificación del futuro. Pero, ¿cuál es el objetivo principal en esta etapa de cambios?

– El objetivo principal es preparar el terreno para los próximos diez años, por poner un número. Te puedo decir hasta el 2019 que es el Mundial de Rusia como para poner una fecha de objetivo. Pero a la vez queremos competir. Queremos ir a Toronto y tenemos un buen equipo para ir a competir, vamos a ir a Monterrey a intentar meternos entre los dos primeros para clasificar a los Juegos Olímpicos de Río, donde si llegamos vamos a querer pelear. Por eso creo que hay que encontrar un equilibrio entre comenzar una nueva camada y competir a alto nivel. Por lo tanto, eso de que dejen todos los veteranos y empiecen todos los jóvenes, no va. Como tampoco dejar a todos los veteranos y no mechar a ningún joven. Hay que hacer un mix. De todas maneras no hay que desesperarse por saber ya quiénes van a ser los 12. La Confederación tiene que hacer algo más grande, tendrá que conseguir torneos amistosos pero de alto nivel internacional para ahí sí llevar equipos a foguearse y no tanto a competir. Esto es un deporte profesional y cuando llegan las instancias definitivas de los torneos, todos queremos estar a la altura de las circunstancias y si se necesita llamar a un (Luis) Scola, (Andrés) Nocioni o (Emanuel) Ginóbili que te garantiza dar un salto de calidad, se hará porque sirve que estén al lado de los jóvenes para ayudarlos a crecer, ya que solos no pueden. Entonces hay que meter un poco de mano.

– Y precisamente en eso va a ser necesario también encontrar un equilibrio, para la conformación de un plantel…

– Yo pedí hacer un equipo de 18 jugadores, pero no me dejan (se ríe). Habrá que ver qué puestos están cubiertos con la gente joven que asoma y no haya tanta necesidad de que un veterano siga prolongando su presencia en la Selección. Y en qué puestos uno va a depender de los históricos porque un equipo no sólo necesita un equilibrio a nivel edad sino también en puestos y roles. Yo creo que estos dos, tres o cuatro veteranos que acompañen a esta nueva camada tendrán que ser estratégicamente en los lugares donde el equipo más los necesita.

– En el entretiempo se te anunció y hubo una gran ovación, algo que resulta extraño porque habitualmente estás presente en partidos de Peñarol…

– Igual fue una bienvenida a la Selección más que a la cancha. Siempre estos locos son exagerados, siempre que pueden me demuestran su afecto y yo quisiera abrazarlos a todos pero no puedo. Por eso aprovecho siempre los medios, como este, para decirles que siempre los llevo en el corazón y que no necesito estar físicamente en Peñarol o en un rol para estar.

– Siempre decís que la Selección Argentina es de todos, pero en lo particular, ¿cuál es el sentimiento que tenés ante esta convocatoria?

– Estoy muy feliz, la Selección me genera eso. Feliz porque puedo seguir trabajando de lo que me gusta, porque es lo que uno anhela siempre como jugador o entrenador. Cuando pensé que el básquet no me iba a dar más alegrías, me vuelve a sorprender. Así que, feliz de la vida.

CONFLICTO ENTRE LA AdC Y LA AdJ

A fines del año pasado, Leonardo Gutiérrez y Martín Leiva se manifestaron públicamente contra el diseño del fixture de la segunda fase de la Liga, que los hizo jugar en enero demasiados partidos seguidos como visitante, con el agregado de ser recibidos por equipos locales más descansados.

El Tribunal de Disciplina resolvió que deberían pagar 16.500 pesos cada uno. Consideró que los jugadores de Peñarol “han sido claramente injuriantes” contra Fabián Borro, presidente de la Asociación de Clubes, y contra la Mesa Directiva de esa entidad.

Luego de estas sanciones de la AdC, los planteles de Atenas de Córdoba y La Unión de Formosa decidieron hacer un minuto de silencio simbólico en apoyo a sus colegas sancionados, por lo que no efectuaron el salto inicial. Y el Tribunal de Disciplina inhabilitó a los capitanes Bruno Lábaque y Javier Martínez porque tuvieron una “negativa injustificada a comenzar el juego”.

Ante esta situación, Hernández puso paños fríos y no tiró más leña al fuego. Por el contrario sostuvo: “En este momento voy a ser de Papa Francisco. Mi idea es llamar a la reflexión, obviamente hubo errores, un apresuramiento de la nueva AdC en imponer ciertas medidas antes de que estuvieran lo suficientemente maduras, consensuadas y asumidas. Eso trajo algunos choques entre jugadores y algunos clubes con esta nueva dirigencia. Pero nada que no se puede solucionar con la buena fe, el diálogo. Así debe ser. Todo lo nuevo trae ciertos traumas y por eso llamo al diálogo, a la reflexión y por eso me pareció buena la reunión de ayer que hubo de los jugadores de los cuatro equipos, entonces quizás no hay mal que por bien no venga y sirve para que miremos para adentro, nos unamos y veamos cuáles son los errores para tratar de solucionarlos”.

La reunión a la que hace referencia el “Oveja” se llevó a cabo el miércoles entre la Asociación de Clubes y la Asociación de Jugadores. En la misma, ambas entidades se comprometieron a trabajar en conjunto por el crecimiento de la Liga Nacional y se abrió un canal de diálogo para que los jugadores hagan sus observaciones a la AdC a través de la AdJ. Además, a partir del 11 de febrero se iniciará una mesa de trabajo en conjunto entre las asociaciones para darle mayor precisión y alcance a lo escrito en el Código de Ética.

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22/01/2015