Ajústese quien pueda
Editorial QUÉ, en la radio
De alguna manera habrá que pagar las boletas de gas, de luz, la comida, los alquileres, todo. El gobierno nacional quiere decir que lo peor ya pasó, pero parece que el verbo de lo peor no es pasado, es presente, es permanente.
Hace frío y el gas para calentar está caro. Está caro para las casas, está caro para las empresas, está caro para los colegios, las cooperativas, las panaderías. Está caro.
Camuzzi admite que el gas está caro, que es abusivo, que Mar del Plata está mal categorizada, porque Mar del Plata no es el Caribe y hace frío. Arroyo admite que el gas está caro, que es abusivo el precio. Los que sufren por prender el calefactor dicen que está caro, pero que hace frío y se necesita.
Los tarifazos excluyen, dejan gente afuera ¿Al que no puede ajustarse en el ajuste qué le queda? No le queda nada. Los tarifazos paso a paso empujan a los que están al límite cada vez más cerca del abismo. Un abismo del que para el que cae es imposible salir.
Vivir ya está saliendo demasiado caro ¿Quién se va a hacer cargo de las consecuencias? Porque si todo va a mejorar, pero solamente para los que queden ¿qué sentido tiene?
