Blindar el empleo
Editorial QUÉ, en la radio
La gente se está quedando sin trabajo. Y no es magia. No es campaña del miedo. No es ni por cerca una revolución de la alegría. La gente pierde el laburo y no es joda. Debatamos si es culpa de una herencia. Debatamos si es culpa del presente. Pero mientras debatimos, la gente se queda sin laburo.
Primero, claro, fueron por los que decían que eran ñoquis y decían que eran muchos. Y con la excusa de los ñoquis aprovecharon para sacar a varios miles más, total, qué son varios miles más. Y no hubo motivo, no hubo razones. “Chau ñoquis”, que era mucho más fácil que decir: “Chau hombres, chau mujeres, no tienen laburo, manéjense. A quién le importa”.
Y cuando el Estado despidió, el sector privado imitó y redobló la apuesta. Prohibir los despidos es la gran solución del momento, una solución que no soluciona nada, pero al menos le dará unos sueldos más de tiempo a los futuros despedidos.
