Tiempos de crisis
Editorial QUÉ, en la radio
Rápido de reflejos había sido Arroyo para decretar la emergencia económica en el Partido. Cuando lo primero que se hace es decretar la emergencia económica se culpa inmediatamente al pasado, se culpa a la herencia, se culpa a Pulti y sus muchachos.
Podía haber algo de sorpresa en esa herencia, claro, pero desconocer tanto lo que se recibía, haber hecho una campaña sin saber lo que se recibía, haber prometido sin saber lo que se recibía es al menos irresponsable. Pero para eso, la emergencia económica inmediata.
La economía supedita a la política. Es la plata la que manda, el billete es el dueño de la ideología. La plata subordina a la gestión. Se hace lo que la plata deja hacer. Y acá se puede hacer poco parece.
Admitir la crisis económica fue fácil: no hay guita, fue culpa del otro. Pero ¿cuánto falta para hacerse cargo de la crisis política en Cambiemos? ¿Cuántos más se tienen que ir para admitir que esa coalición política electoral estuvo pegada con saliva? ¿Cuánto falta para admitir que hay un liderazgo que no supo liderar? ¿Cuánto falta para admitir que hubo convicciones que no estaban convencidas de nada?
De la crisis económica se puede culpar al pasado, pero la crisis política es un problema actual y negarla es un problema a futuro, un futuro que si sigue así, si se siguen yendo, va a llegar con muy poca gente que acompañe a Arroyo.
