“Hay jueces reacios a autorizar allanamientos en fiestas ilegales”
El titular de Inspección General contó cómo el gobierno de Arroyo piensa combatir las fiestas clandestinas que proliferan en verano. “Trataremos de llegar antes porque una vez que se hacen es difícil desarticularlas”, dijo Sucar Grau.
Si bien algunas fiestas clandestinas logran ser desarticuladas por el Municipio, en muchos casos se desarrollan en absoluta ilegalidad en distintos barrios de Mar del Plata, lo que ocasiona un repetido dolor de cabeza para los vecinos. En la puerta del verano, cuando más fiestas de este tipo se hacen, desde la Dirección de Inspección General explicaron cómo piensan combatirlas.
Se convocan principalmente a través de las redes sociales y se realizan con cientos de litros de alcohol, equipos de sonido y en viviendas particulares de zonas principalmente alejadas de la ciudad, aunque muchas de ellas son organizadas en puntos cercanos a la costa y de algunos corredores de esparcimiento nocturno.
En diálogo con QUÉ, el director de Inspección General, Emilio Sucar Grau, remarcó que las denominadas fiestas clandestinas son “un serio problema que se está intentando combatir con distintas herramientas” y contó que de la mano del programa “Mar del Plata Segura” “se está trabajando con la celeridad que nos ha pedido el intendente Arroyo, con un protocolo de trabajo sobre este tipo de reuniones”.
Debido a que las denuncias llegan “casi en forma espontánea”, es decir, prácticamente a la vez de que son convocadas a través de las redes sociales, este verano el Municipio buscará llegar antes y no durante el desarrollo de la fiesta, así como también desalentarlas previamente.
“Vamos a tratar de desanimar a quienes quieran hacer o ir a estas fiestas clandestinas. Nosotros tomamos la política de llegar antes de que empiecen estas fiestas y no una vez que ya están en marcha porque después es muy difícil desarticularlas”, señaló el funcionario.
En este sentido, dio cuenta de un obstáculo recurrente para los inspectores: “Cuando son clandestinas en algunos lugares privados dependemos mucho de una orden de allanamiento, pero los jueces a veces son reacios a darlas”.
Sin embargo, cuando Inspección General no logra obtener la orden de allanamiento de la Justicia, existe “un plan alternativo”, según indicó Sucar Grau, que consiste en “hacer controles policiales en la manzana en la que se hace la fiesta, sumado a controles de alcoholemia, drogas ilícitas y un amplio operativo para desalentar estas fiestas”.
Recientemente, ademas de autorizar que los boliches cierren una hora más tarde en verano (a las 6.30), el intendente Carlos Arroyo manifestó que reforzará el personal de control del área de Inspección General, así como el pago de horas extras, en busca de tener “una nocturnidad segura y ordenada”.
“Eso nos va a permitir trabajar mejor”, dijo Sucar Grau y contó que “la misma gente por redes sociales o por Whastapp nos alerta cuándo y dónde hay fiestas de este tipo”, mientras que dentro de la Dirección “funciona un grupo operativo que desde el momento que tenemos una denuncia, verifica la denuncia y si es cierta va un amplio operativo”.
El funcionario reconoció que estas fiestas “son difíciles de desarticular” y que los inconvenientes para obtener las correspondientes órdenes de allanamiento son un problema, por eso “el objetivo es de antemano desalentar a quienes organicen fiestas clandestinas y a quienes podrían ir para resguardar su seguridad”.
