“Vivimos 9 meses de retroceso en las condiciones de vida”
La CTA de los Trabajadores trazó un balance de la realidad política, social y económica de la ciudad y del país. Advirtieron acerca del crecimiento de la pobreza, la reducción del poder adquisitivo y la necesidad de organización sindical.
En el marco de un plenario realizado por delegados y militantes de la CTA de los Trabajadores con el objetivo de analizar la realidad política, social y económica, tanto de la ciudad como del país, desde la Central advirtieron acerca del crecimiento de la pobreza, la reducción del poder adquisitivo y la necesidad de organización sindical. “Hemos vivido nueve meses de retroceso en las condiciones de vida”, apuntaron.
En ese sentido, y en un documento elaborado de manera conjunta, los trabajadores, delegados y vecinos se refirieron a la caída del trabajo y la producción, la situación en los barrios periféricos de Mar del Plata, el presente económico del país y la importancia de la unidad sindical y popular para frenar el ajuste.
“Los trabajadores marplatenses -ocupados, desocupados, registrados, jubilados, precarizados, cooperativistas, de empresas recuperadas, cuentapropistas, microemprendedores- hemos vivido nueve meses de retroceso en nuestras condiciones de vida”, señalaron desde la CTA, al tiempo que repararon en la disminución del poder de compra y la suba en el costo de vida.
En ese sentido, desde la Central advirtieron acerca de una “contracción de la actividad económica”, motivo por el cual “ha aumentado aceleradamente la desocupación”. “El aumento de las tarifas en promedio de un 200% es un nuevo recorte a sueldos que han crecido por las paritarias entre un 30% y un 35%”, sumaron.
Sobre esto último, para la CTA de los Trabajadores “las industrias regionales han profundizado su crisis, la pesca está detenida, la industria textil no puede competir con las importaciones ni hacer frente al encarecimiento de la materia prima”, según relataron y mencionaron también la caída en las ventas en comercio como una consecuencia “de la disminución del poder adquisitivo de la población y los aumentos desmedidos de la mercadería”.
“Estas realidades laborales no sólo han perjudicado a pequeños y medianos empresarios que luchan por mantener las persianas levantadas de sus comercios y empresas, sino también a las economías regionales, cooperativas y emprendimientos”, afirmaron y vincularon este prceso económico con el incremento de la demanda en comedores barriales.
Al respecto, desde la CTA manifestaron su preocupación ante “la desocupación, la caída de changas, el aumento de los servicios y de las garrafas y el deterioro de la atención de la salud”. “Como consecuencia directa de esta verdadera tormenta de calamidades, la demanda después de muchos años nuevamente vuelve a ser un plato de comida, situación que solo se sostiene con el accionar militante de organizaciones populares, escuelas, parroquias e iglesias”, sostuvieron.
LA UNIDAD DE CARA A LA LUCHA
En cuanto a la necesidad de unidad de los sectores populares y sindicales, para la CTA de los Trabajadores es importante tener en cuenta que “para recordar una crisis económica y social como la que atravesamos hoy, debemos remontarnos a los fines de los ‘90 y primeros años del 2000”.
“El neoliberalismo nos ataca como entonces dejando su secuela de desamparo y frustración. Pero no estamos en los ‘90, mucha organización y derechos ganados han dejado en nuestro pueblo capacidades de lucha que nos permiten vislumbrar que el ajuste no pasará alegremente”, auguraron y llamaron a la unidad de cara a “la defensa del trabajo y la vida digna”.
