Lanitas de Luz: una ONG que teje voluntades contra el cáncer
Desde hace tres años confeccionan pelucas y gorros de lana para pacientes oncológicos. Necesitan un espacio propio, ya que funcionan en un baño público del CEMA. Sueñan con crear una Federación de lucha contra el cáncer.
A veces algunos sueños demoran más que otros en hacerse realidad. La ONG Latinas de Luz lleva casi tres años de vida desarrollando una tarea íntegramente solidaria y única en la región: confeccionan pelucas y gorros de lana para personas con cáncer. Más de 20 voluntarios invierten semanalmente buena parte de su tiempo para hacer realidad este sueño, pero hay otro -no menos importante- que necesita de la ayuda del Estado y el sector privado para hacerse realidad: lograr tener un espacio propio para trabajar. Hoy funcionan físicamente en un baño público del CEMA. Es el lugar que tienen y lo valoran, pero el Banco de Pelucas Oncológicas Gratuitas que el Concejo Deliberante aprobó por ordenanza es una realidad que solo se está cumpliendo a medias.
La historia de Lanitas de Luz comienza en septiembre de 2012. Alejandra Oviedo, una vecina de Mar del Plata, encontró mientras navegaba por Internet que no había un equipo de personas que se dedicara a ayudar -desde este punto de vista estético- a los pacientes oncológicos que a causa de la quimioterapia en muchos casos pierden su cabello.
Entonces decidió lanzarse a hacer gorritos de lana y a entregar juguetes a niños en el Hospital Materno Infantil junto a los primeros voluntarios del grupo que tiempo después se consolidó como ONG y se replicó en otras ciudades del país. Pero por motivos personales, tiempo después Alejandra se alejó de la actividad y una de las tejedoras, Ana María Ibáñez, se animó a seguir al frente de este sueño.
Ana María es hoy la presidenta de Latinas de Luz. Para ella, una ama de casa de la ciudad, hablar de sueños es en realidad una manera de referirse a objetivos que alguna vez parecieron imposibles pero que hoy, con denodado esfuerzo de por medio, fueron haciéndose realidad, al menos en parte.
“Nosotros lo que hacemos es todo a pulmón, pero vale la pena. Es realmente muy emocionante ver a las mujeres en el momento que reciben la peluca. Al ponérsela, cambian totalmente y eso desde lo anímico es realmente importante para seguir adelante en el tratamiento”, explicó Ana María en diálogo con QUÉ.
LAS PELUCAS
Hace algún tiempo Latinas de Luz encontró en Mar del Plata un gesto de apoyo que fue y es clave. La Cámara Empresarial de Peluqueros, Peinadores y Afines (Cemppya) decidió solidarizarse con el sueño de la ONG y comenzó a formar a los voluntarios para enseñarles a tejer el cabello, tarea difícil, minuciosa y que lleva un tiempo considerable.
Al respecto, Marcelo Testa, presidente de Cemppya, explicó: “Desde la Cámara le damos cursos a las personas que son voluntarias para enseñarles a tejer cabellos, que es enseñarles a hacer cortinas con las cuales después se hacen las pelucas”.
Los cursos son gratuitos. El cabello es donado. Así los voluntarios aprenden este oficio y están en condiciones de comenzar a entregar pelucas que luego se entregarán en comodato a quienes están en tratamiento para vencer el cáncer.
Vale remarcar que en el mercado tradicional, una peluca puede costar entre 5 mil y 10 mil pesos.
“El cabello lleva todo un proceso. A las pelucas hay que hacerles un seguimiento, para que el lavado sea el indicado y así no se estropeen y a futuro otra persona esté en condiciones de usarla”, precisó Testa.
SOLIDARIDAD SIN ESPACIO PROPIO
Ana María Ibáñez recuerda el impacto que tuvo la actividad denominada “Trenzando Luz 1”, que se realizó en la Plaza del Agua con el objetivo central de reunir cabello para luego confeccionar las primeras pelucas. “Ese fue el primer sueño”, dice, pero luego aclara que “no es fácil hacer funcionar una ONG en un departamento con más de mil gorritos y todas las herramientas de trabajo”.
El sueño que Lanitas de Luz necesita que se cumpla es el de conseguir un lugar propio. “Desde abril del 2014 funcionamos en el CEMA (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias), en uno de los baños públicos con un mueble que no tiene llave”, cuenta Ana María.
Está claro que un baño no es un lugar para trabajar y mucho menos para realizar una actividad de este tipo. “No criticamos el lugar que tenemos porque es lo que nos dieron y ahí nos abrieron las puertas, pero lo que necesitamos de corazón es un lugar para trabajar cómodos todos los días. No necesitamos mucho, solo un pequeño espacio propio sin molestar a nadie para hacer nuestra actividad”, explicó.
Ese lugar con el que sueña Ana María le permitiría además a la ONG poder brindar charlas, dar cursos de maquillaje oncológico, contener a los pacientes y a la vez exponer y resguardar con todos los cuidados cada una de las pelucas para que perduren.
UNA ORDENANZA A MEDIAS
A fines de noviembre del 2014, por iniciativa del concejal Fernando Maraude (Frente para la Victoria), el Concejo Deliberante aprobó la Ordenanza N° 22.038, a través de la cual se avaló la creación de un Banco de Pelucas Oncológicas Gratuitas con el objetivo de “brindar elementos que ayuden al bienestar físico, psíquico y social de las personas que padecen esta enfermedad”, según detalla el texto de la normativa promulgada en diciembre del año pasado.
La ordenanza establece que el ámbito de funcionamiento de este Banco de Pelucas será en las instalaciones del CEMA, aunque claramente no dice que los voluntarios trabajarán en un baño público.
Otro de los puntos de la normativa indica que el Banco “estará formado por un equipo de profesionales: psicoterapeutas, psicooncólogos y dermatólogos, para brindar un servicio óptimo y de calidad al paciente”.
A siete meses de la aprobación de la ordenanza, hoy Lanitas de Luz no la ve implementada. La presidenta de la ONG reclamó su aplicación, pero no obtuvo la respuesta que esperaba.
APRENDER A AYUDAR
Los sueños que Ana María lleva adelante desde Lanita de Luz cuentan con el fiel apoyo de su esposo, Carlos Scaltritti, quien demuestra tener una mirada clara sobre los objetivos de la ONG y también sobre la dimensión de la ayuda que desde este pequeño espacio se le brinda a la comunidad. O más que a la comunidad, a esas mujeres que el cáncer se entromete en sus vidas y las obliga a enfrentar una quimio y todo lo que el tratamiento conlleva.
“Nosotros tenemos en claro que no curamos nada, pero ayudamos en el tratamiento”, dice Carlos y entiende que al estar inmersos en una realidad tan dura como la que viven los pacientes oncológicos, lo que hacen -de alguna manera- es “luchar contra el tiempo”.
Pero hay un detalle que no es menor. La tarea que realiza Lanitas de Luz es íntegramente solidaria, no profesional como la de los médicos. Por eso, aclara: “Nadie nos preparó para el contacto con el paciente. A veces es muy duro, pero fuimos aprendiendo con el tiempo a trabajar con la sensibilidad, con la realidad del paciente. Es aprender a ayudar seriamente”.
PRÓXIMO SUEÑO: UNA FEDERACIÓN DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER
Lanitas de Luz trabaja articuladamente con otras instituciones de bien público de la ciudad, como Paanet, Por Amor a los Niños y la Fundación Maravillas, entre otras. Recientemente la ONG fue distinguida por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y hoy está en proceso la formación de nuevos voluntarios para ampliar el trabajo solidario que realiza.
En Mar del Plata, al igual que en el resto del país, la realidad indica que lamentablemente el número de personas con cáncer va en aumento. En simultáneo crece el trabajo de quienes deciden dar una mano desinteresada.
Por eso el próximo sueño de Lanitas de Luz, junto a otras ONG’s, suena tan importante, ambicioso e inalcanzable (aunque no imposible) como los anteriores: crear una Federación de lucha contra el cáncer en Mar del Plata.
Ana María y Carlos son conscientes de que no será fácil. Pero también saben que hace tiempo se propusieron objetivos que también parecían imposibles y lentamente fueron concretándose: “Es nuestro sueño. Una Federación de lucha contra el cáncer. Que cada uno haga lo que sabe, pero que estemos juntos poque estamos todos detrás de una gran causa”.
¿CÓMO AYUDAR?
Hoy, lo más importante para la ONG es poder contar con un espacio propio para ampliar su tarea solidaria. Pero también necesitan de la colaboración de la comunidad para conseguir pelucas, por eso piden que quienes puedan donar alguna, se contacten con Lanitas de Luz ya sea vía Facebook, a los teléfonos 223-154261819 o 223-154982068, o bien por mail a lanitasdeluz@gmail.com.
