Viernes 26 de abril | Mar del Plata
28/06/2015

La contracara atea de la Semana Social: la Iglesia, un actor político

En simultáneo al encuentro de la Comisión Episcopal se realizó la jornada “Laicismo y sindicalismo”. Distintos sectores plantearon desnaturalizar la intromisión de la Iglesia en los gremios.

La contracara atea de la Semana Social: la Iglesia, un actor político
(Fotos: Facebook Fernando Lozada)

Mientras la autoridades de la Iglesia, precandidatos a cargos en el gobierno, dirigentes sociales y referentes gremiales debatieron durante tres días en la Semana Social sobre el rol de “un Estado solidario en un contexto de globalización”, muy cerca del encuentro organizado por la Iglesia se realizó otro, contrapuesto, diferente y crítico, que giró en torno a la necesidad de que el movimiento sindical se mantenga independiente de cualquier confesión religiosa.

Nada es casual. Ni que Julián Domínguez haya estado presente en la Pastoral que cada año organiza la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas). Ni que se realice en un hotel sindical. Ni que haya habido reuniones previas con más de 60 dirigentes sindicales. Y mucho menos que la Iglesia busque respaldo económico en la política. Al menos así lo entienden los organizadores de la jornada de debate “Laicismo y sindicalismo”.

Por definición, el laicismo es una corriente ideológica que defiende la independencia del hombre o de la sociedad -y especialmente la del Estado- de toda influencia religiosa o eclesiástica.

Algunos de los dirigentes sindicales que participaron de este encuentro no se habían planteado lo naturalizada que está la presencia activa de la Iglesia dentro de los sindicatos. La actividad contó con la presencia de distintos panelistas para abrir el debate:

Leandro Bienaime: Licenciado en Turismo Sustentable, trabajador del Ministerio de Turismo en la Unidad Turística Chapadmalal, delegado gremial hace 10 años y dos años como secretario adjunto de la Unión Personal Civil de la Nación Regional Mar del Plata

Paula Giglio: secretaria de Cultura y Derechos Humanos de Adum, integrante del Colectivo de Mujeres de Conadu y de la Red de Trabajadoras de la Educación de la Internacional de la Educación de América Latina (IEAL), secretaria de Comunicación y Difusión de CTA Regional Mar del Plata, delegada gremial por la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, Universidad Nacional de Mar del Plata, presidenta del Grupo Argentino del Color y artista plástica.

Hernán Molina: trabajador estatal en Anses y secretario de Prensa en ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), CTA Autónoma Mar del Plata,donde milita hace 15 años.

Claudia Velázquez: congresal de Suteba por la lista multicolor, integrante de la agrupación Tribuna Docente.

Pedro Ferrer: Profesor de historia, secretario del Partido Comunista y militante del Suteba, Exsecretario de Derechos Humanos de la CTA (1997).

“El evento fue bastante diverso, con gente de distintos sectores y pensamientos diferentes, por suerte. Coincidimos en que en ninguno de los sindicatos se toma al laicismo como un tema que está presente, lo cual después de debatir, termina pareciendo raro que no esté”, introdujo en diálogo con QUÉ Fernando Lozada, el principal organizador de la jornada.

Fernando Lozada es portavoz para Latinoamérica y director de la Asociación Internacional de Libre Pensamiento (AILP), miembro de la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL), presidente del Congreso Nacional de Ateísmo en Argentina, expresidente y titular de relaciones interinstitucionales de la Asociación Civil Ateos Mar del Plata, además de miembro del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos Argentina.

El lugar en el que se realizó este encuentro tampoco fue casual: la Biblioteca Juventud Moderna, en Diagonal Pueyrredon 3324, fue fundada en 1911 por arcos sindicalistas anarquistas. Incluso fue incendiada varias veces por llevar el nombre de “Francisco Ferrer Guardia”.

EL DEBATE

El encuentro puso en debate algo muchas veces naturalizado dentro de las organizaciones sindicales. “Un sindicato por definición debería ser laico y laicista, es decir, si un sindicato está para defender los derechos de los trabajadores, no puede estar sectorizado por una creencia o dogma porque dejaría de proteger a otros trabajadores”, aclaró Lozada.

Encuentro ateos Semana Social

Pero a la hora de analizar el por qué de esta naturalización, el organizador señaló la existencia de “documentos papales que indican cómo debe ser un sindicato”, como parte de la doctrina social de la Iglesia.

“Empenzando por la encíclica Rerum Novarum de 1891 en adelante, fueron construyendo ese pensamiento y lo documentaron. Ahí hablan de una fuerte defensa de la propiedad privada, la negación de la lucha de clases, que es algo histórico al movimiento histórico sindical”, precisó.

“Ese trabajador -continuó- de alguna manera, si se rebela como a principios del siglo XX, los sindicatos no logran financiamiento. Entonces lo que necesitan es promover estados que los sostentan a través de mecanismos como el asistencialismo”.

Y entonces, si el movimiento sindical “empieza a negar la lucha de clases y construye alianzas como la Iglesia propone, que somos un corpus en el cual todos cumplimos funciones y hay que hacer alianzas, al que le toca estar en una clase privilegiada tiene que hacer alianza con quien le toca estar en una clase más oprimida o vulnerada y encontrar acuerdos para convivir y cada uno cumplir su rol. Ese sistema no tiene ascenso social”, completó Lozada.

LA IGLESIA, UN ACTOR POLÍTICO

Lozada tiene muy en claro las vinculaciones que la política tiene con la Iglesia, que a su entender, es claramente “un actor político”. Dice sin dudarlo que el precandidato a gobernador del Frente para la Victoria, Julián Domínguez, además de ser un hombre “muy cercano” al obispo de La Plata, Héctor Rubén Aguer, es también un hombre “muy cercano al Opus Dei”.

“Lo primero que hizo cuando asumió la presidencia de la Cámara de Diputados fue poner una Vírgen de Luján en la banca”, recordó Fernando Lozada al repasar un intercambio de palabras que mantuvo a través del diario Página 12 con el propio Domínguez.

“Cuando Julián Domínguez fue ministro de Agricultura puso una tremenda virgen con pedestal de cemento y pescera de vidrio en la entrada que todavía está ahí”, continuó.

Encuentro ateos Semana Social2

Luego, el organizador del encuentro en contraposición a la Semana Social, afirmó: “Hoy en un contexto de ‘papamanía’ lo que tenemos es una permanente entromisión. la Iglesia es un actor político. Más allá de la creencia religiosa, la Iglesia quiere preservarse y necesita alianzas para poder hacerlo”.

En la misma línea, también, remarcó la “estrategia” que viene llevando adelante la Iglesia fundamentalmente dentro de la educación y también de los sindicatos, ya que en la política -a su entender- la Iglesia “tomó la decisión hace años de no participar activamente, pero sí de influenciar a todo el sector”.

Para darle continuidad al encuentro que se realizó este fin de semana, los organizadores plantearon la posibilidad de ir a los propios sindicados y brindar charlas sobre laicismo, con el objetivo de intentar erradicar la naturalización de la intromisión de la iglesia en los gremios, algo que tal como repasó Fernando Lozada en base a su experiencia y conocimiento, poco y nada tiene de casual.

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28/06/2015