#Tetazo, por la libertad de ser y poder elegir
En Mar del Plata, frente al Unzué, decenas de mujeres y hombres se volvieron protagonistas de la consigna. Un granito más que las mujeres en movimiento le aportan a una larga lucha en busca de igualdad de condiciones.
¿Cuáles son las tetas que molestan? De verdad, ¿cuáles son? ¿Hay tetas que incomodan y otras socialmente aceptadas? Mientras el topless de una “vedette” o una modelo de cuerpo “escultural” es noticia celebrada, entre las mujeres del mundo real/cotidiano la libertad pareciera ser señalada como una obscenidad. Saldada la cuestión legal (no hay contravención ni delito), el #Tetazo que en Mar del Plata y otros puntos de Argentina se hizo este martes abrió un punto de inflexión y debate luego del desmesurado operativo policial que censuró la libertad de tres mujeres en Necochea.
Desde hace días, las redes sociales están llenas de tetas. ¿Solo desde hace días? La televisión, los diarios y medios digitales hablan del #Tetazo con cuestionable asombro y sortean sustantivos y adjetivos en forma desordenada, con voces divididas en torno al tema tanto entre hombres como entre las mismas mujeres.
En Mar del Plata, frente al Espacio Unzué, la playa se llenó de mujeres y hombres que sin prejuicio alguno sobre sus cuerpos se volvieron protagonistas locales de la consigna. Una de las organizadoras de la intervención, la socióloga Melina Antoniucci, así lo convocaba a través de las redes sociales: “Con las tetas pintadas, felices, al aire, rebeldes, libres, caídas, paradas, grandes, gordas, de mujer, de hombre, chiquitas, con una sola teta, con tres, con alegría, con libertad, con rabia, con conciencia, con resistencia, #Tetazo en Río Negro y la costa”.
Y así fue. Y así fueron. No todas “en tetas”. La consigna no fue obligatoria. Pero muchas se animaron a sentirse libres. No solo ellas, también ellos. Chicas, madres y abuelas. Hombres jóvenes y adultos. Sin distinciones sociales ni físicas.
“Los hombres también tienen tetas. Cuando se habla de exhibicionismo, se habla de genitales. Y las tetas no son genitales. Es algo cultural”, dijo una de las jóvenes que se sumó a la actividad esta tarde.
Las reacciones fueron variadas. Mientras muchas aceptaron fotografiarse junto a hombres que -no precisamente por apoyar la causa- pedían posar junto a ellas, varias dieron un no rotundo como respuesta. “Esto no es un show, no estamos a la venta”, respondió con calma y seguridad una de ellas. Detrás de las gafas negras del joven que se quedó sin la foto, los ojos recorrieron abiertamente el pecho de quienes ahora le daban la espalda, centradas en el foco del reclamo, de la protesta pacífica, de la visibilización del tema que gracias a la organización hoy se pone en evidencia y se debate.
Muchas lo tomaron simplemente como un día de playa. Sol, arena, mate, mar y malla. Natural. Con el torso más libre que descubierto, en rebeldía ante la estigmatización con argumentos -a veces- más propios de una estructura moldeada por estereotipos culturales que éticos o legales.
A varios metros del lugar donde se hizo la concentración, algunos efectivos policiales del Operativo Sol y hasta dos camiones de Infantería se hicieron notar, aunque no intervinieron. Difícilmente otra mujer sufra el mismo tipo de acoso policial que se registró en video en Necochea. Pero no por el video. Por ellas, por todas.
Satisfechas por la convocatoria, el #Tetazo fue un granito más que las mujeres en movimiento le aportaron a una prolongada lucha en busca de total igualdad de condiciones.
No todas están de acuerdo. No todas reaccionaron igual. No todas pensarán exactamente igual. No hay dos personas iguales en el mundo. Lo que sí hay, son mujeres que demuestran ir siempre más allá de los límites impuestos en busca de proteger y ganar libertad, pero también de abrir el debate y sobre todo el pensamiento. ¿Cuáles son las tetas que molestan? De verdad, ¿cuáles son?
