“Cuatro océanos”, historias de mareas calmas y embravecidas
Durante febrero, una muestra de los artistas María Lasta y Mariano Barrenechea explora el vínculo emocional con el mar.
“Cuatro océanos” es la nueva muestra de arte que pone en diálogo obras de los artistas María Lasta y Mariano Barrenechea en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC). Se trata de una propuesta que explora el vínculo emocional marplatense con el mar y en la que peces y barcos traen historias de mareas calmas y embravecidas.
Con la presencia de los artistas, la muestra “Cuatro océanos” inauguró el pasado viernes y podrá ser visitada de lunes a viernes de 10 a 15 en el IMFC, ubicado en Hipólito Yrigoyen 1549.
La propuesta de esta muestra evoca el vínculo emocional marplatense con el mar. Esa huella moldea la nueva muestra de arte que pone en diálogo las obras de los artistas María Lasta y Mariano Barrenechea. Así, en lo profundo como en la superficie, peces y barcos traen historias de mareas calmas y embravecidas.
La obra de María Lasta, bioquímica, concertista y también artista plástica, está atravesada por el nacimiento de un astillero en una isla del Tigre, un día de invierno. María detalla el momento que inspiró sus barcos: “Mucho frío y una crecida del río, que alcanzaba a más de seis metros. Una hoja de palmera que pasó navegando delante de mi vista, me cambió la vida para siempre. De ahí en más, soñar velas, imaginar mástiles, colores y formas fue mi refugio en el tiempo. Sin miedos y sin prejuicios avance con mis barcos hacia un lugar nuevo, velas al viento. Imposible volver de este viaje”.
Mariano Barrenechea, por su parte, tiene un recorrido diferente. Tras años de dedicarse al diseño gráfico y al surf, se volcó a los talleres artísticos con jóvenes, y como músico, tocando el bajo en una banda de rock. La pandemia representó un nuevo giro en su vínculo con el mar, y gestó la serie de habitantes del mar, ensamblados con “descartes” de la cultura del consumo. Materiales nobles como metales y maderas se encuentran para dar vida a los peces y sus historias.
Respecto a la propuesta, Mariela Kohan, curadora de la muestra, destacó la decisión de rescatar todos esos materiales y elementos descartados para crear nuevas piezas y significados. “Clavos, alambres, maderas… restos que se ensamblan de modo caprichoso y preciso a la vez, y expresan un proceso creativo de mucha concentración, pero también muy lúdico, donde todo encuentra su lugar y su sentido. Ver la obra de María y Mariano es perderse en el tiempo. Cada pieza viene de un pasado con historia, se resignifica en un presente poético y nos mueve a un futuro incierto”, reflexionó.
