“Bestia” Latinoamericana
El púgil radicado en Mar del Plata tuvo una pelea brillante y ganó por KOT en el segundo asalto ante el venezolano Williams Ocando, y se quedó con el cetro vacante. Nota exclusiva de QUÉ con el campeón.
Poco duró Ocando erguido. El potente venezolano de 25 años no pudo con la inteligencia y astucia de Roberto Bolonti. La “Bestia” hizo honor a su apodo y lo liquidó en el segundo asalto. El púgil radicado en Mar del Plata, nocaut técnico mediante, se quedó con el título Latino del Consejo Mundial de Boxeo que estaba vacante, en la velada que se desarrolló este sábado en GAP.
El primer round fue de estudio. Williams Ocando tomó el centro del ring y tiró golpes casi continuamente, pero no conectó en proporción. En cambio, Bolonti buscó castigar abajo. En la única que llegó, el venezolano la sintió.
En el segundo asalto, Ocando salió con gran ferocidad. De semejante manera, que se lo vio descontrolado. Algo que advirtió el piranense y absorbió los golpes; combinó abajo y arriba. Y por ahí encontró zona libre. Un recto a la cabeza desestabilizó al venezolano y la “Bestia” no le dio tregua. Castigó y castigó. Ocando trastabilló y el árbitro detuvo el combate. El venezolano ya estaba fuera de sí y Bolonti festejó la obtención del Latino.
“Entrenamos para pelear los 10 rounds. Venía con el récord muy positivo y sabíamos que iba a salir así, por eso habíamos planteado estudiarlo y caminar los primeros asaltos. Pero la sangre me traiciona un poco y pensé: tampoco me vas a correr por todo el ring. Y probé para ver qué tenía cuando lo crucé. en el primer round lo crucé abajo y casi se arrodilló. Planteamos no apurarnos. Lo dejé venir, me protegí bien y combiné un par de golpes abajo que sintió. Por eso, en el segundo, si bien salió con todo, solamente se cuidó ahí, se olvidó de arriba y lo conecté. Estaba sentido y ahí le metí cuatro o cinco golpes y lo rematé”, le comentó Bolonti en exclusiva a QUÉ, minutos después del combate.
– Absorbiste bien los golpes…
– Metió una mano bien, pega fuerte. Pero tenemos experiencia en esto. He enfrentado a boxeadores que pegan muy duro, y no un round, sino doce. No me iba a achicar el castigo. No voy a negar que tiene una mano re potente y no tira ninguna para medir.
– La enérgica salida de Ocando en el segundo asalto no te llevó a su juego y encontraste el preciso lugar para terminar con la pelea.
– La clave estuvo ahí. Quizás pensó que por ser local iba a ir a cruzarlo de una. Salimos a cederle el ring a él, el protagonismo. Lo medimos, vimos lo que tenía. Yo estaba más veloz y aposté al contraataque. Así fue. El plan era caminar un poco más. Cuando vi que sintió la mano, no lo quise perdonar.
