Con El Alma al aire
Leonardo Gutiérrez, el jugador más ganador de la Liga Nacional, se retiró del seleccionado argentino de básquet con 37 años y tuvo su merecido homenaje durante el amistoso ante Uruguay, en el que ingresó durante el tercer cuarto.
“Un líder excepcional. Jugaba tres minutos por partido en ocasiones y yo era el técnico, pero cuando él hablaba, no volaba una mosca. No hablaba ni lo interrumpía nadie. Pero nadie. Ni Nocioni, ni Ginóbili, ni Scola. Nadie”. Esas fueron palabras de Sergio Hernández, en una de las tantas ocasiones en las que se le preguntó por Leonardo Gutiérrez, en el marco de la despedida que se desarrolló hoy en el Polideportivo.
Y se retiró jugando. Con una camiseta especial, ingresó sorpresivamente al campo de juego a falta de dos minutos para el cierre del tercer cuarto. Se mostraron algunas fotos con la Generación Dorada y recibió la ovación de las 5 mil personas que lo aplaudieron de pie. Interminable pareció esa ovación, que quebró en lágrimas al cordobés. Además de recibir un cuadro, se le obsequió una camiseta enmarcada de parte del plantel actual de El Alma, que lo saludaron uno a uno, al igual que Sergio Hernández.
Así fue el retiro de uno de los jugadores más importantes de la Liga Nacional, integrante de la Generación Dorada. La nostalgia de propios y extraños se sentía en el aire del Polideportivo. Las ovaciones, los aplausos. Todo se percibía en su rostro emocionado.
Y no era para menos. Leonardo Gutiérrez debutó hace 16 años en la Selección Argentina y fue parte de la maravillosa Generación Dorada, con la cual obtuvo entre otros logros la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y la de bronce en los de Pekín 2008, además del segundo lugar en el Mundial de Indianápolis 2002. Suficiente, como para darle un merecido aplauso y homenaje al cordobés, el jugador más ganador de la Liga Nacional.
