Día de limpieza
Editorial QUÉ, en la radio
No hay que ser un genio para darse cuenta de que algo huele mal. Entonces ponemos todo en bolsas de residuos, que las sacamos el día determinado. Pero algo huele mal igual. Nos acordamos de que hay cosas que se pueden reciclar, a otra bolsa entonces. Pero es día de limpieza y algo huele mal.
Y seguimos limpiando y nos damos cuenta de que el olor a podrido está en el ambiente ¿Cuántos basureros tiene nuestra ciudad? ¿Cuántos edificios son basureros disfrazados? ¿De cuántas oficinas de la Municipalidad, de cuántas comisarías, de cuántas redacciones, de cuántos sindicatos, de cuántos lugares sale ese olor a podrido?
El día de limpieza parece no terminar nunca y aunque saquemos la basura, todo vuelve al último basurero de nuestra cabeza y empieza otra vez.
