Estadísticas y comparaciones
Editorial QUÉ, en la radio
Tal vez, como dijo la presidenta, solo el 5% de los argentinos sean pobres y qué poco parece. Solo 5 de cada 100 personas en el país no tienen un mango. Qué fiesta constante para las otras 95, qué alegría, cuánta celebración junta, cuánto despilfarro. Salvo, bueno, para el pobre infeliz que es uno de esos 5 en 100 que no tiene plata ni para comer, ni para quejarse, ni para pedir.
Tal vez, como dice la oposición, el 25% de los argentinos no tengan ni para morfar. Entonces, dicen que 1 de cada 4 está tirado, sin plata, jodido, cagado. Uno se junta entre amigos, entre varios, mira las caras de los presentes y piensa “1 de cada 4 de acá es pobre”. Es una lotería, con muchas probabilidades de fracaso y qué fiesta mirar la billetera y darse cuenta que uno zafó, que no es el pobre.
Y el oficialismo, tan oficial, destruyó cuanta estadística pudo y se basa en estadísticas para celebrar la poca pobreza del pueblo, algo que se podría contrastar al mirar por la ventana de un lugar que no sea la quinta de Olivos.
Y la oposición tan opositora, se preocupa, se indigna, se consterna, no por los pobres porque no los quieren ni para los votos, sino porque dicen que la presidenta dijo algo que no es y que si no podemos confiar en estadísticas somos animales.
Y al compararnos con Alemania dicen que somos mejores, pero igual perdimos el mundial. Y al compararnos con España también somos mejores, pero igual queremos viajar. Y al compararnos con Europa dejamos de pensar en nuestros pobres, para regodearnos por los pobres de ellos.
Las estadísticas son números sin sentido, 5% o 25% ¿Qué diferencia hay si sos justo el pobre infeliz que se caga de frío en este junio y no tiene qué morfar? ¿Estarías más contento si solo sos del 5% de pobres? ¿Te sentirías mejor si de tu desdicha participa el 25% del país?
Hay pobres, punto, y hay que hacer algo porque cualquier festejo o premio por eso es obsceno.
