Domingo 28 de abril | Mar del Plata
08/07/2015

Armado de causas: excarcelaron a los dos policías imputados

Si bien la prisión preventiva había sido solicitada y confirmada, mediante un recurso extraordinario fueron dejados en libertad, aunque con una serie de condicionamientos. Hay al menos cinco personas implicadas.

Armado de causas: excarcelaron a los dos policías imputados
(Foto: archivo / QUÉ Digital)

Los dos policías de la División de Drogas Ilícitas acusados de extorsión en grado de tentativa -solo uno de ellos- y falsedad ideológica de instrumento público, -ambos- en el marco de una investigación por el armado de causas fueron excarcelados, a pesar de que la Justicia de Garantías les había dictado la prisión preventiva. Ambos efectivos recuperaron la libertad mediante un recurso extraordinario y el pago de una fianza de $30 mil cada uno.

En cuanto al tercer acusado, detenido por infracción a la ley 23.737 de comercialización de estupefacientes, continúa alojado en Batán. Por otro lado, en la investigación que lleva adelante en Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción departamental (CATI) consta la participación de dos personas más: un tercer policía que la semana que viene prestará declaración indagatoria y otro joven involucrado en la comercialización de sustancias, quien todavía no fue encontrado.

En lo relativo a la liberación de los efectivos, en base lo informado por fuentes judiciales, lo que se les concedió fue una excarcelación extraordinaria que implica una serie de obligaciones especiales relacionadas con la prohibición de contacto con quien aparece como víctima; la prohibición de acercamiento en un radio de mil metros al domicilio denunciado por la mujer como residencia habitual; y la prohibición de contacto con cualquiera de las personas civiles que se encuentran imputadas en la causa. A su vez, se les exige a ambos policías presentarse ante la Justicia y el pago de una fianza de $30 mil por cada uno.

LOS HECHOS POR LOS QUE ESTÁN IMPUTADOS

Según consta en la causa en trámite, fueron acreditados dos hechos: la extorsión de una persona en la vía pública -delito en el que estaría involucrado el tercer policía- y la simulación y falsificación -junto a dos civiles- de un procedimiento que tuvo lugar en la zona de San Lorenzo al 3300, vivienda de una persona sospechada de vender estupefacientes, “razón por la cual el acta labrada en la oportunidad por los citados funcionarios resulta ideológicamente falsa”. Esto último, en relación al allanamiento que se registró en esa vivienda, contexto en el que justamente se produjo la detención de los policías, a raíz de la labor investigativa que se venía realizando tras la denuncia de una mujer, quien había asegurado que los efectivos la habían extorsionado.

Puntualmente sobre el allanamiento, en la investigación se sostiene que ambos efectivos procedieron a redactar un acta “en la cual insertaron datos apócrifos, al consignar falsamente que al realizar tareas de observación sobre el domicilio advirtieron el arribo de un sujeto que realizó un claro pasamanos por la reja de acceso al pasillo, maniobra típica del delito que se investiga”.

Los agentes dijeron que después de unos minutos, el individuo se retiró del lugar y ellos decidieron seguirlo. En ese contexto fue que lo interceptaron y el ciudadano les entregó a los funcionarios policiales una pastilla color azul con forma de fantasma, que resultó ser de la sustancia conocida como “éxtasis”.

“Todo ello que fuera presentado en el acta como un accionar espontáneo, en realidad fue previamente acordado entre los funcionarios policiales y los civiles con el fin de dar fundamento a la solicitud de allanamiento en el marco de la investigación mencionada”, se advierte. Y a su vez, se sostiene que resulta muy poco creíble que los efectivos “desde una distancia mayor a los 200 hayan podido visualizar una maniobra tan precisa como la descrita y menos cuando ya prácticamente había caído la noche y por tanto la visión era mucho más reducida”.

En ese sentido, dentro de la causa se menciona que los “ocasionales compradores” de drogas que concurrían al domicilio, según consta en los registros fotográficos y fílmicos, no son otros que estos dos civiles, que actuarían como cómplices de los policías.

A su vez, quienes entienden en la investigación repararon en el hecho de que el procedimiento que estos uniformados llevaron adelante y que culminó con el allanamiento “con un resultado ya vaticinado con anterioridad al procedimiento, mediante el hallazgo de la misma cantidad y tipo de drogas que uno de los civiles le había anticipado telefónicamente a uno de los policías al saber que las mismas habían sido entregadas al otro efectivo por un conocido de los policías” es una prueba cabal más “de la farsa que importó la investigación”. 

En lo relativo a la tentativa de extorsión, de acuerdo al relato de la denunciante, uno de los policías la paró cuando transitaba con su vehículo en la zona de Tres Arroyos y 3 de Febrero y le solicitó la entrega de $10 mil en el término de diez días bajo la amenaza, en caso de no cumplir con ello, de “pararla cuando quiera y empapelarla”, en clara alusión “a imputarle injustamente un ilícito en el que aquella no tendría participación, no habiendo podido consumar los uniformados su accionar por razones ajenas a su voluntad”.

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08/07/2015