Lo declaran no culpable y lo amenazan de muerte en el juicio
Walter Donoso fue juzgado por haber matado de nueve disparos a un chico de 17 que estaba asaltando a un taxista. Luego del debate, le pusieron custodia policial y dice que se mudará de la ciudad por miedo.
Un jurado conformado por doce vecinos de la ciudad decidió que Walter Donoso –un comerciante de 52 años de la zona sur de la ciudad- no debía ser condenado por el homicidio de Eduardo Lovera, de 17 años, en diciembre de 2013 a quien le disparó nueve veces para evitar que asaltara a un taxista y una familia que iba en el vehículo, por lo que lo declararon “no culpable” de “exceso en la legítima defensa“.
Durante el alegato del abogado defensor, la familia de Lovera amenazó de muerte al acusado. Hubo gritos e insultos y el juez tuvo que desalojar la sala para que puedan continuar. Ante esta situación, Donoso salió de Tribunales con custodia policial y decidió mudarse de la ciudad porque “teme por su vida”.
El abogado que representó a Walter Donoso durante el debate, Julio Razona, consideró el juicio fue “en el mundo del revés“. “Acusaron de homicidio a un hombre que defendió a una familia, que le salvó la vida a un taxista, que al mes fue apuñalado en venganza por allegados a los delincuentes y ahora se tiene que mudar de la ciudad porque fue amenazado delante de un fiscal y un juez“, dijo el abogado.
Razona explicó que ante las amenazas que recibió Donoso durante el debate, va a tener que actuar el fiscal Juan Pablo Lódola, quien lo llevó a juicio por “exceso en la legítima defensa”. Si bien el comerciante de 52 años cuenta con custodia policial, su abogado dijo que “se irá de Mar del Plata porque teme por su vida”.
Donoso tiene una despensa en Tripulantes del Fournier y Juramento. En 2003 su hermano fue asesinado durante un asalto en ese comercio. La noche del 23 de diciembre de 2013 -“Dos semanas después del acuartelamiento de la policía y los saqueos que sucedieron en Mar del Plata”, aclara siempre Razzona al explicar el hecho-, Donoso cerró su despensa a las 22.30 y al salir vio a dos jóvenes en una moto asaltando a un taxi.
Donoso intervino, disparó a los asaltantes y vació el cargador de su nueve milímetros -arma que pertenecía a su hermano muerto y que el estaba tramitando la tenencia-. A Lovera le pegó nueve disparos; el otro huyó con un balazo en la pierna y sigue prófugo hasta hoy. En febrero, dos personas entraron al comercio de Donoso, le pusieron una pistola en la cabeza y gatillaron, pero como la bala no salió lo apuñalaron cuatro veces. Por este hecho no hay personas detenidas ni identificados, pero sospechan que se trató de una venganza.
