Domingo 28 de abril | Mar del Plata
19/11/2016

Día de la Víctima, un homenaje a la vida

Como cada 19 de noviembre, la ONG Familiares de Víctimas del Delito encendió velas y recordó con un sencillo acto a quienes perdieron la vida en hechos delictivos y siniestros viales. “Una vez que pasamos la línea ya nada vuelve a ser lo mismo”, dijeron.

Día de la Víctima, un homenaje a la vida
(Fotos: QUÉ Digital)

Cada 19 de noviembre, en la esquina de la plaza de Luro y Mitre se encienden velas y se le rinde un humilde homenaje a la vida. Es el marco del Día de la Víctima, una fecha instaurada hace pocos años y que la ONG Familiares de Víctimas del Delito y el Tránsito conmemora con un sencillo acto para recordar a quienes perdieron la vida en mano de la delincuencia o la imprudencia al volante, reclamar justicia y valorar el presente.

La realidad que hay detrás de cada una de las tantas historias de quienes ya no están es irreversible. No hay consuelo para una madre que perdió a un hijo, un hermano, un marido. No lo hay. No hay palabra, ley ni sentencia que pueda devolverle la vida de ese ser querido.

Desde hace 13 años, los Familiares Víctimas del Delito y el Tránsito reclaman seguridad y justicia con autocríticas, exigencias al Poder Judicial y al poder político, pero también con una convocatoria abierta para que aquellos que aún no están detrás de la bandera de las víctimas, se sumen al pedido antes de que lo que se puede reclamar sin dolor, se vuelva una condena.

“Este es un día de memoria y conciencia. Una vez que pasamos la línea ya nada vuelve a ser lo mismo. Una vez que perdemos a nuestros ser querido nuestra vida cambia de una manera rotunda”, dijo Marcela Bravo, presidenta de la ONG, al hacer uso de la palabra durante el acto realizado en el espacio de la víctima con decenas de familias con los rostros de jóvenes y adultos a quienes les arrancaron la vida.

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El césped de la plaza de Luro y Mitre se llenó una vez más de velas encendidas. Una por cada víctima, por cada historia, cada familia, cada dolor. Los familiares de las víctimas, acompañados por quienes solidariamente y sin haber sufrido una pérdida asistieron al acto, dejaron ese pequeño recuerdo con el nombre, la imagen, la fecha irreversible. Una luz encendida para homenajear la vida.

La fecha tuvo una doble emoción para dos de las madres que participaron: el 19 de noviembre el 2004 Pablo Morelli fue atropellado por un taxista en contra mano que lo embistió en la esquina de Rosales y Fregui, a pocas cuadras de su hogar, y poco más de una semana después falleció. El taxista jamás apareció. Lidia Berón, fiel participante del espacio que la contiene desde entonces, lo recordó especialmente con Inés Sarasibar, la madre de Rubén Darío Echeverry, asesinado de una puñalada en Fleming y 35 en la madrugada también de un 19 de noviembre, pero del 2010.

Cada año, lamentablemente, la bandera de Víctimas del Delito suma nuevos rostros. Cada 19 de noviembre son más las velas que se encienden. Lo que no cambia para quienes repiten este humilde homenaje, es el dolor. Dicen que el tiempo cura las heridas. Pero las heridas de las madres y padres que perdieron a sus hijos en hechos delictivos o siniestros viales no sanan por más tiempo que pase. Y cada 19 de noviembre se encarga de demostrarlo.

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19/11/2016