La vida animal junto al mar, pero en cautiverio
La organización Animalistas Mar del Plata protesta regularmente frente al Aquarium contra el encierro de especies y el lucro que se obtiene a cambio de mantenerlas en cautiverio. Los defensores de los derechos de los animales denuncian que fueron agredidos recientemente con golpes y piedras por personal del oceanario.
Un delfín toma impulso desde el fondo de la pileta, se eleva varios metros por encima de la superficie y toca una pelota de colores con la punta de su ocico. El animador promueve el aplauso y el público responde con una ovasión y un destello fotografías que ilumina a la tribuna.
Las protestas de Animalistas Mar del Plata en las puertas del Aquarium se repitieron a lo largo de todo el 2014 y continuarán en el año que comienza. Los integrantes de esta organización repudian el encierro de especies dentro del oceanario y el lucro que la empresa obtiene a través de los espectáculos diarios.
Delfines, lobos marinos, pingüinos, tiburones, peces, aves, lemures y nutrias conviven en el oceanario Mar del Plata Aquarium, situado a metros del Faro y también del mar, pero en cautiverio. Pasan sus días de espaldas al océano Atlántico garantizando el entretenimiento de familias dentro de piletas claramente pequeñas en relación a la superficie de su hábitat natural.
Los jóvenes que componen la organización Animalistas Mar del Plata protestan junto a las puertas del oceanario regularmente. Lo hicieron durante varios fines de semana del año pasado y lo seguirán haciendo en este 2015.
Andrés Scognamillo, referente de la organización de defiende los derechos de los animales, aseguró en diálogo con QUÉ que la calidad de vida de muchas de las especies que habitan en el Aquarium “es terrible”.
Aclaró que si bien se difunden los shows que protagonizan delfines y lobos marinos, “se habla muy poco de lo que ocurre puertas adentro”.
Según indicó, por el reducido espacio en el que se mueven “muchos animales terminan sufriendo úlceras por el estrés que les genera el encierro”. A su vez, señaló que pese a que se los muestre activos ante el público, “siguen estando en cautiverio, no pueden formar una comunidad y se les suprime su derecho a desplazarse a través de los kilómetros que necesitan habitualmente, así como de aparearse con quienes quieran”.
Respecto del trabajo que realiza la Fundación Aquarium a la hora de curar ejemplares, Scognamillo aseguró que “cuando sueltan pingüinos, solo dejan libres a unos pocos pero el resto sigue encerrado”. Además, remarcó, “si fuera una Fundación realmente y su objetivo fuera liberar a los animales, no habría ninguno adentro”.
Las protestas que se realizan generalmente los fines de semana, explicó, “son acciones que forman parte de una una movida que se viene dando hace bastante también a nivel nacional e internacional” para lograr que la gente “contemple de manera diferente a los oceanarios”.
El referente de Animalistas Mar del Plata subrayó que los dueños del Aquarium “ocultan cómo viven en realidad los animales” y luego analizó: “Hay gente que sabe que está mal pero llega el fin de semana e igualmente van con sus hijos a ver los espectáculos que hay adentro. Lo que no ven, porque no se difunde, es cómo viven en realidad”.
El concepto de la organización, es claro. La indiferencia es lo único que le da poder a una empresa para lucrar con la exhibición de animales en cautiverio; y pagar la entrada, es la mejor forma de colaborar con un juego de demencia junto al mar y a cuestas de lo natural.
GOLPES, PIEDRAS Y AMENAZAS
Habitualmente las protestas que realizan miembros de esta organización finalizan en forma pacífica. Reparten volantes, dan mensajes a través de las banderas que despliegan frente al oceanario y repudian la vida en cautiverio. Lo hacen fuera del Aquarium, junto al semáforo ubicado en la entrada, sobre la Ruta 11. Sin embargo, afirman que hace pocas semanas fueron reprimidos por personal del lugar.
En una de las últimas manifestaciones, se enteraron de que “los dueños del Aquarium les iban a pagar más a los trabajadores si iban a reprimirnos”. Y así fue. Minutos más tarde, denunciaron, “dos empleados junto a compañeros de ellos que forman parte de la barra brava de Aldosivi, nos vinieron a pegar y a robar las banderas”.
Tras la agresión, confirmaron que se trataba de trabajadores del oceanario. “Los conocemos de los hemos visto trabajando en el lugar y también los identificamos por Facebook”, afirmaron desde Animalistas Mar del Plata.
Según relataron, los corrieron para robarles las banderas, les arrojaron piedras, los golpearon (a uno de ellos le lesionaron la muñeca) e incluso “le robaron el celular a uno de los chicos”.
Los jóvenes agredidos repudiaron el accionar violento del Aquarium y comentaron que la acción tuvo un triste final incluso para quienes fueron enviados a golpear: “No solo se los incitó a que nos peguen, sino que después nos confirmaron no les pagaron de más como les habían prometido”.
Por último, dejaron en claro que “la violencia que se ejerce en el Aquarium de Mar del Plata no solo es contra los animales en cautiverio, sino también contra los animales humanos”.
