Trasladan a Mar del Plata a un tortugo tras 38 años en cautiverio en Mendoza
El tortugo “Jorge” será ubicado en el Centro de Rehabilitación del Aquarium y se evaluará la posibilidad de que pueda volver al mar.
Un enorme tortugo -llamado “Jorge”- que en 1984 fue rescatado herido por pescadores en una playa cercana a Bahía Blanca será trasladado este miércoles hacia Mar del Plata desde Mendoza, donde fue mantenido en cautiverio desde entonces en lo que hasta el año pasado fue el acuario municipal. Será ubicado y tratado en el Centro de Rehabilitación del Aquarium y se evaluará la posibilidad de que, casi 40 años después, pueda volver al mar.
Según informaron desde el gobierno de la ciudad de Mendoza, este miércoles a la mañana se inició el traslado hacia Mar del Plata del ejemplar -que actualmente pesa unos 100 kilos– que desde 1984 estuvo en el ex acuario municipal que desde el año pasado se convirtió en un Centro para la Conservación de la Biodiversidad y que el año pasado había sido objeto de la presentación de un habeas corpus para su liberación que terminó por ser rechazado por la Justicia de esa provincia teniendo en cuenta justamente el plan de reconversión del acuario.
La posibilidad de relocalización del tortugo Jorge se inició en agosto de 2021 con un proyecto presentado por el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina del Aquarium, donde llegará este miércoles y será instalado en un contenedor soterrado al aire libre de agua marina. “El estanque está ubicado fuera de la zona de visitantes del oceanario y es colindante a una laguna de agua marina natural de gran tamaño”, explicaron desde el gobierno de Mendoza.
Asimismo, explicaron que si el animal responde bien al nuevo ambiente en el mediano plazo podrá ser trasladado a esa laguna para “vivir en un ambiente similar al océano pero aún con acompañamiento humano”. También remarcaron que el tortugo no recibirá visita de público en cumplimiento “de la premisa de respeto a su intimidad y reconociendo su derecho a no ser exhibido como un objeto”.
Y, tras el proceso de evaluación y rehabilización, los profesionales evaluarán la posibilidad de que pueda volver al mar.
“Luego del traslado seguiremos con una próxima etapa, que es hacer un control ya en un ambiente meramente de agua marina, ver su adaptación y, a partir de ahí, encarar el segundo paso que es que empiece a comer, a relacionarse con alguna otra especie y avanzar en el proceso de ver si él se alimenta voluntariamente y solo. No sabemos cuánto tiempo nos va a llevar, estamos con una expectativa de un año más y a partir de ahí empezar a tomar alguna otra decisión que sería la de la liberación. Esto será en el momento y lugar adecuado. Hay que ver cuáles son las opciones con las que se cuenta, dependiendo de su respuesta”, explicó el médico veterinario Adrián Faiella.
El tortugo Jorge se encontraba en cautiverio en Mendoza desde marzo 1984 ya que por entonces, y tras haber sido rescatado herido por un grupo de pescadores en playas cercanas a Bahía Blanca, ese acuario municipal fue considerado el único capaz de recibirlo. En ese momento, pesaba 40 kilos y luego de estar en varios recintos, con 85 kilos, se lo trasladó en febrero de 2006 a un estanque de 20.000 litros de aguamarina.
Originalmente, el Instituto Oceanográfico Argentino lo identificó como de la especie Caretta caretta, una tortuga tropical común de mares cálidos pero inusual en el Mar Argentino. En ese momento, no se consideró devolverlo al mar al argumentar que la devolución de animales tropicales poiquilotermos (de sangre fría) a medios muy fríos no se aconseja para la especie ya que un descenso en el metabolismo los puede llevar a la muerte por causas fisiológicas y/o mecánicas, por ejemplo, asfixia.
