Las dudas detrás de las ballenas que llegaron muertas a la costa: “Es un evento muy raro”
En dos días aparecieron ejemplares de ballenas francas sin vida en Chapadmalal, Miramar y Necochea. La hipótesis de los investigadores.
En tan solo dos días, en las costas de las playas de Chapadmalal, Miramar y Necochea aparecieron distintos ejemplares de ballenas francas muertas. Se trata de un suceso extraño para los investigadores por el espacio temporal y geográfico en el que sucedió, aunque lamentablemente sin demasiadas posibilidades de llegar a tener certezas sobre las razones del fenómeno.
El miércoles por la madrugada apareció el primer ejemplar, una hembra de 11 metros en una playa céntrica de Necochea, y horas después se reportó el hallazgo de otra hembra de 12 metros bajo un acantilado de la Unidad Turística Chapadmalal. Al otro día apareció flotando entre escolleras de Miramar una tercera hembra, de menos de 11 metros.
“Es un evento muy raro, muy extraño”, inició su diálogo con Qué digital Diego Rodríguez, investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien además integra el grupo de investigación “Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos” del Instituto de Investigadores Marinas y Costeras.
“La presencia de ballenas francas muertas en la costa es poco frecuente, más en esta zona de la de la Provincia de Buenos Aires que es una zona de paso”, continuó Rodríguez y explicó que la costa bonaerense es zona de tránsito hacia los puntos de reproducción de la especie en Santa Catarina (Brasil) y Península Valdés, mientras que la alimentación de las mismas principalmente se desarrolla en aguas subantárticas.
Sin embargo, eso no impide que lleguen cadáveres a las costas, aunque principalmente se trata de cachorros de ballena franca, “asociados a la mortalidad infantil de esta especie”. Lo extraño, además, es que prácticamente aparecieron en un mismo espacio marítimo y al mismo tiempo: “Es básicamente el mismo lugar, y es menos frecuente todavía”.
LA INVESTIGACIÓN EN PANDEMIA
Una cuestión que limita el accionar de los investigadores es la vigencia de la cuarentena ya que, al no ser considerados esenciales, no pueden trasladarse de jurisdicción en jurisdicción como sucede habitualmente cada vez que hay varamientos.
Frente a esta situación, tomó vital importancia la articulación de la Red de Rescate de Fauna Marina implementada por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) para la coordinación entre científicos de las tres localidades.
Luego de tomar las respectivas muestras, los cuerpos fueron enterrados con máquinas municipales en las playas, mientras que en Chapadmalal eso no se pudo concretar por el lugar en el que el ejemplar varó. “Dejar 20 kilos de carne en descomposición desperdigados por la playa es un foco de infección. También es una situación de salud pública y por eso también nosotros no quisimos avanzar mucho en eso”, detalló especialista.
“Principalmente nos interesaba saber qué señales nos daban los cuerpos de los animales muertos. Todos estaban en un estado de descomposición avanzado, lo que nos indicaba que los animales no murieron en la costa ni cerca, sino que han estado hace varios días muertos en el mar y la marea los trajo”, explicó.
A pesar del estado en que estaban los cuerpos, que además no presentaban signos visibles de haber colisionado con algún barco o haber sido enredados, los especialistas tomaron muestras para su análisis aunque los resultados pueden ser difíciles de materializar. “Vamos a tratar de hacer algunos análisis pero no tenemos mucha esperanza de encontrar información fidedigna que nos diga cuál fue la razón de las muertes”, indicó.
“El grado de descomposición de los cuerpos nos impide tener órganos frescos que nos permitan analizar por ejemplo si hubo toxinas o algún otro tipo de efecto agudo, porque esto tiene que ser un efecto agudo para que mueran tres animales prácticamente a la vez”, agregó.
BALLENAS MUERTAS EN LA COSTA: LA HIPÓTESIS
Frente a las posibles hipótesis del fenómeno y a modo totalmente especulativo, Rodríguez reiteró que se trata de un caso raro: “En hechos frecuentes, uno más o menos por otros casos se nutre de lo que puede estar pasando, pero no hemos tenido ningún caso como éste, ni siquiera que yo recuerde en Península Valdés, de esta cantidad y en dos días”, comentó.
El investigador y docente supone que una de las causas puede ser la ingesta de algún tipo de organismo tóxico, es decir, toxinas naturales que abundan en el mar, como las mareas rojas. “Pero es absolutamente especulativo”, aclaró.
Sin embargo, esta hipótesis choca con el lugar que ocupa la costa bonaerense en cuanto a los ciclos de vida de la especie: “Esta tampoco es una zona de alimentación. Las ballenas francas tienen un ciclo en donde toda la fase reproductiva se hace en zonas de concentración y hay muy poca alimentación”, dijo y explicó que después de aparearse migran a esas zonas alimenticias que suelen ser las aguas subantárticas: “Eso te complica también las potenciales hipótesis”.
