Leopoldo Federico, maestro de los años dorados del tango
El bandonenoista y compositor falleció a los 87 años. En junio del 2012 fue declarado “Visitante notable” de General Puyrredon. Dijo haber vivido “noches inolvidables” en Mar del Plata, donde tocó por última vez en junio de ese mismo año.
Leopoldo Federico se presentó por última vez en Mar del Plata en junio del 2012. Por primera vez lo había hecho junto a su Orquesta, con la que tocó durante más de 50 años. El día previo al concierto, fue declarado “Vistante notable” por el Concejo Deliberante. En un emotivo acto dijo haber vivido “noches inolvidables” en la ciudad, aquella que lo había seducido unos 40 años atrás, cuando el tango, según recordó, “fue rey y señor en Mar del Plata”.
La sala Ástor Piazzolla del Teatro Auditórium fue el último escenario de la ciudad que tuvo el lujo de presentar al maestro Leopoldo Federico, quien falleció este fin de semana a los 87 años en el Sanatorio de la Trinidad, donde se encontraba internado por complicaciones de salud.
“No estoy físicamente para hacerme el loco, pero todavía puedo tocar y disfrutar de lo que hago”. Con esas palabras, el 15 de junio del 2012 el maestro agradeció en el Concejo Deliberante la distinción de “Visitante notable” que por iniciativa del concejal Javier Woollands (Acción Marplatense) le entregó el cuerpo.
En 2004 ya había sido reconocido por el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación por su gran aporte a la cultura.
Ya con sus años encima, recordó desde el Concejo Deliberante durante el acto para homenajearlo la trascendencia que el tango había tenido en Mar del Plata varias décadas atrás. Remarcó que por los años ’70, el dos por cuatro “fue rey y señor” de una muy distinta ciudad balnearia.
En aquellos veranos de concurridos conciertos, Leopoldo Federico tuvo la oportunidad de presentarse en Mar del Plata junto a Osvaldo Pugliese, Mariano Mores, Hugo del Carril, Tita Merello, Edmundo Rivero y el “Polaco” Goyeneche, entre otros gigantes del tango.
Contaba el maestro que por aquellos años “eran increíbles los refugios de tango que había en la ciudad” para tocar, desde “Enterprisse” a “La Gayola”, o “Trasnochando”, pasando por “Horizonte”, boliche que inauguró y donde compartió elenco con Alberto Castillo y Ruth Durante. También estaban “Del 40” y “Caño 14”. “Había más músicos de tango en Mar del Plata que en Buenos Aires durante el verano”, decía enorgullecido al ser distinguido.
Tras la confirmación de la triste noticia, de Leopoldo Federico queda hoy dolor entre sus seguidores y allegados. Pero también, inmotalizado, su bandoneón y sus populares canciones. “Sentimental”, “Capricho otoñal”, “Milonguero de hoy”, “Preludio nochero”, “Diagonal gris” y “Pájaro canto”, son algunas de ellas.
Ante su fallecimiento, QUÉ optó por recordarlo con imágenes captadas por el equipo fotográfico del staff.
