Sin guardapolvos, tampoco hay clases
“Hay chicos que no empezaron la escuela porque la familia no puede comprarle las elementos básicos”, sostuvo Adela Vismara, de Barrios de Pie. Lourdes, vecina del barrio Las Heras, dijo que esta situación se repite. Pidieron aumento de los programas de microemprendimientos.
“Mi cuñada tiene cinco nenitos que todavía no pudieron empezar la escuela porque no tiene (plata) para comprar los guardapolvos”, relató Lourdes. Dijo también que solamente había podido comprar dos, que –espera- puedan comenzar el lunes venidero, y que esta realidad se multiplica en el barrio Las Heras. El paro docente, en reclamo de mejores condiciones para los trabajadores, no es la única causante de la demora para ir a la escuela.
“Hay un montón de chicas jóvenes que quedaron solas con los nenes y no pueden empezar la escuela porque la madre no tiene el dinero para comprar los guardapolvos”, sumó la vecina de Las Heras, quien precisó que el más barato para la primaria cuesta 180 pesos y para los nenes de jardín ronda los 100.
Ella, junto a decenas de personas –la mayoría mujeres- e integrantes del Movimiento Barrios de Pie, se movilizó hasta la puerta de la Gerencia de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación, que conduce Jorge Trovato. Fueron a pedir un aumento en los salarios de cooperativistas e informales, que se congelaron hace más de dos años y el gobierno no tiene en vistas modificar.
“Estamos hablando de que los programas sociales están cobrando entre 600 y mil pesos, y teniendo en cuenta que la inflación aumentó en los últimos años cerca de un 40% anualmente entendemos que es necesario este aumento”, explicó Adela Vismara, coordinadora regional de la organización social.
“Esta semana han empezado las clases y sabemos que en el barrio hay muchos chicos que no han podido comenzar porque la familia no ha tenido posibilidad de comprarle los guardapolvos y los útiles, teniendo en cuenta cómo han aumentado estos artículos”, precisó la joven dirigente.
Al llegar a la oficina de empleo, se encontraron con que el lugar estaba cerrado. “Dejaron a cientos de marplatenses sin la posibilidad de atención al público. Repudiamos esta decisión, y volveremos la semana que viene, entendiendo que es un reclamo genuino”, cuestionó la dirigente.
El reclamo tiene que ver con programas de trabajo autogestionado. “Se trata de microemprendimientos que funcionan en barrios alejados del centro de la ciudad y que permiten que muchas mujeres que están por fuera del sistema formal de empleo, puedan organizarse, solventar sus gastos y recuperar la dignidad del trabajo”, detalló Vismara.
“Esto genera en el barrio mucho entusiasmo y principalmente entre las mujeres, dado que la mayoría no tiene un empleo, no ha podido terminar la escuela y creemos que estos microemprendimientos han recuperado la dignidad de las mujeres”, concluyó la dirigente del Movimiento.
