“Los comedores formalmente establecidos no dan abasto”
Lo advirtieron desde el movimiento Barrios de Pie al trazar un balance del año. “Se multiplican las ollas en las casas para dar alimento a varias familias”, remarcó la coordinadora nacional de la organización,
El movimiento Barrios de Pie es una de las organizaciones sociales que, en Mar del Plata, contiene una gran cantidad de comedores y merenderos barriales y que durante este 2018 ha realizado numerosas ollas populares, entre otras protestas, en el marco de diversos reclamos. En el cierre del año, a modo de balance, su coordinadora nacional, Silvia Saravia, advirtió que “los comedores formalmente establecidos no dan abasto” y a eso sumó que “se multiplican las ollas en las casas para dar alimento a varias familias del barrio o de la cuadra”.
Después de un año con diversos frentes de conflicto a nivel nacional y a nivel local, desde Barrios de Pie alertaron una vez más sobre la situación actual que se vive en los barrios con mayores necesidades.
“Tendremos un comienzo de año con malas noticias para los barrios: la ayuda ‘excepcional’ de diciembre no se verá durante enero. La ¿contención social’ muestra sus límites. Mientras tanto, el aumento de los alimentos no cede: casi un 60% en 2018, y la pobreza monetaria continúa en aumento”, analizó Silvia Saravia al hacer referencia al balance de este fin de año y el inicio de 2019
En ese sentido, la dirigente analizó: “Lo vemos todos los días en cada espacio donde se organiza una olla. Ya no son solo los comedores formalmente establecidos que no dan abasto, sino que se multiplican las ollas en las casas para dar alimento a varias familias del barrio o de la cuadra”.
Asimismo, y tras hacer referencia a que “las canastas básicas aumentaron casi el 60% en 2018” cuestionó al gobierno nacional: “Ha transferido recursos de forma excepcional a la población más necesitada este mes de diciembre. Pero nos esperan meses muy difíciles al no haber perspectiva de que la situación vaya a revertirse“.
De esta manera, consideró que “el gobierno es responsable ante este deterioro continuo de la calidad de vida de amplios sectores de nuestra sociedad, y en particular de lo que suceda con la alimentación de niños, niñas y adolescentes”.
