Trapitos: ante casos de extorsión, piden que se denuncie
Vecinos de distintas zonas aseguraron que se les quieren cobrar arriba de $20 “para estacionar en lugares que en realidad son públicos”. Desde el Municipio recordaron que se trata de un delito y recomendaron llamar al 911.
Sucede todos los años. Llega el verano y comienzan a crecer las quejas de los vecinos en relación al incremento de los trapitos o cuidacoches, quienes cobran dinero para que los conductores puedan estacionar sus vehículos en lugares en los que, teóricamente, el aparcamiento es gratuito, público y libre.
Si bien muchos optan por pedir una “colaboración a voluntad”, otros eligen hacerlo de modo más agresivo. Por medio de la extorsión y “de mala manera”, según denunciaron vecinos a través de las redes sociales, en lugares como el Estadio Polideportivo o Playa Grande los trapitos cobran $20 o más para estacionar.
“Te prepotean y tenés dos opciones o pagás o te vas”, aseguraron y remarcaron que la policía, en muchos casos, “no hace nada, ni siquiera identifica a las personas”. “Si no pagás cuido de acá para allá, lo que pase con tu auto es tema tuyo”, le habría dicho uno de los hombres a una mujer que quería dejar su vehículo en la zona, pero que no quería abonar el estacionamiento.
Ante este escenario, y dado el incremento de este tipo de situaciones, desde el Municipio de General Pueyrredon pidieron a la comunidad que se anime a realizar la denuncia. “Estamos hablando de un delito de extorsión. Si la gente tiene este problema, tiene que llamar al 911, porque es necesario labrar un acta y dejar el hecho registrado”, explicaron.
En ese sentido, desde el área de Seguridad confirmaron que ya están trabajando para combatir este tipo de hechos y recordaron que el año pasado se concretaron varias detenciones en este mismo contexto. “Una cosa es que se te pida una colaboración a voluntad y otra muy distinta es que te intimiden para obligarte a algo”, afirmaron.
Asimismo, reiteraron, ante situaciones de extorsión es muy importante que se efectúen los llamados al 911, ya que las conversaciones “quedan grabadas y luego son auditadas para tratar de aportar la mayor caracterización posible de los sujetos -altura, color de piel y de cabello, vestimenta, lugar y hora del hecho, características físicas, edad estimada- de forma tal de poder acudir a la mayor brevedad”.
