Viernes 26 de abril | Mar del Plata
02/11/2015

Un gigante de la animación: “Defiendo la libertad de las ideas”

Peter Sohn, actor de voz y uno de los directores de Pixar, presentó “Un gran dinosaurio”, su última película. Compartió el detrás de escena de trabajar en el principal estudio cinematográfico de animación del mundo.

Un gigante de la animación: “Defiendo la libertad de las ideas”
(Fotos: Lucho Gargiulo)

En su primera gira de promoción, Peter Sohn, director del próximo estreno de PixarUn gran dinosaurio”, brindó este fin de semana en Mar del Plata una charla magistral en el marco del Festival Internacional de Cine en la que habló de los secretos de la producción tanto de esta película como de los films que el exitoso estudio cinematrográfico de animación por computadora asociado a Disney realiza con una calidad tan perfecta como la emoción que busca y logra despertar en el espectador.

Su nombre tal vez no sea del todo conocido en Argentina. Pero al nombrar “Toy Story”, “Up”, “Wall-E”, “Buscando a Nemo”, “Ratatouille” o “Intensamente” enseguida es posible reconocerlo ya sea por haberle puesto su voz a algunos de los personajes, por haber participado del guión, la producción o la dirección, o incluso por haberle dado su propio rostro a uno de los protagonistas animados de estas películas.

PETER SOHN FESTIVAL DE CINE 03

Peter Sohn tiene 38 años, nació en Nueva York y se crió con una complicación para comunicarse (habla inglés y su madre en coreano), dualidad que luego utilizó en la pantalla grande para hacer interactuar a personajes que no siempre hablan en el mismo idioma.

Esa característica se percibe claramente en su primer corto, “Parcialmente nublado” (concebida a partir de la escena inicial de “Dumbo”) que acompaña a la película “Up”, para la cual aportó su propio rostro al personaje de Russell, el pequeño niño explorador que acompaña a Carl Fredricksen en la travesía de hacer volar su propia casa hasta Cataratas del Paraíso, en Venezuela.

Hace poco más de 15 días terminó junto al equipo de Pixar su última película, “Un gran dinosaurio”, que se estrenará el 26 de noviembre. En su visita a Mar del Plata, compartió con un reducido público algo más que los dos trailers de este film que ya salieron a la luz: algunas escenas del film, pero sobre todo, el detrás de escena de la animación.

“Un gran dinosaurio” busca ser el próximo gran éxito de Pixar. El trabajo para realizarla comenzó en el 2010 y el director afirma que la película “habla de superar los miedos”.

Desde un principio entendió que por mucho interés que desde chico tuviese por el mundo de los dinosaurios, ésta no podía ser una película más sobre la temática y allí comenzó el desafío: jugar con la idea del niño y un perro, pero que en este caso el dinosaurio cumpla el rol de un niño y el perro sea el niño humano.

Nuevamente con lenguas diferentes (por eso los ojos grandes del dinosaurio para expresar mejor sus emociones) y con una característica más que especial: el peligro que invade a la historia está en la propia naturaleza.

“Todo empezó con una pregunta: ¿Qué pasaría si un asteroide se le escapara a la tierra y los dinosaurios hubieran logrado sobrevivir?. A partir de ahí podés ir para cualquier parte. Me pareció gracioso crear un dinosaurio medio campesino de una familia sencilla. Me gustan las películas de aprendizaje, en las que el niño se transforma en un hombre. Es una historia de aprendizaje, pero también de supervivencia”, explicó.

Para dar cuenta de la dimensión del peligro de la era, buena parte de la producción se centró en el realismo del “mundo” elegido, la propia naturaleza.

“Siempre en las películas lo que termina derrotando al dinosaurio protagonista es un dinosaurio más grande. Nosotros queríamos algo diferente, plantear una conexión emocional con la naturaleza y de hecho hicimos mucha investigación. Nos fuimos al noroeste de Estados Unidos donde hay fósiles de dinosaurios y entonces es la naturaleza la que plantea el peligro. Quisimos pintar a la naturaleza como el villano emocional de la película”, precisó.

TRABAJAR EN PIXAR

Peter Sohn afirma que la premisa para trabajar en el mundo de la animación es ser primero un gran cinéfilo y reconoce que “el proceso de generar una película de animación es extremadamente extenso”, ya que “el trabajo es cuadro a cuadro: cada piedra, cada pasto, cada movimiento, lleva tiempo y dedicación”.

Afortunadamente, Andrew Stanton, uno de sus directores mentores, le enseñó algo clave: “Fracasá o fallá tan rápido como puedas”.

Pero lejos de lo que por fuera del mundo Pixar puede creerse, cada película (algunas pueden llevar hasta cinco años de trabajo y realización) surge de una idea o mejor dicho, de una serie de preguntas que comienzan con un simple “que tal sí…”.

PETER SOHN FESTIVAL DE CINE 02

Entonces, se pregunta: “¿Qué tal si los juguetes cobraran vida cuando las personas salen de la habitación?”. Esa fue, por ejemplo, la semilla de Toy Story. A partir de ahí, según remarcó el director, la cuestión pasa por tres conceptos fundamentales: la historia, los personajes y el mundo.

El siguiente paso consiste en convocar a las escritores, a los artistas, a la gente de la parte tecnológica para construir el mundo. Casi en simultáneo comienza a jugarse con las voces del personaje. Gracias a ese juego, el propio Sohn terminó dándole su voz al hermano de “Ratatouille” (Emile) y a “Los Increíbles”, entre otras películas de Pixar.

Lo que Sohn planteó en Mar del Plata es que trabajar en Pixar es “emocionante, atareado y divertido” a la vez. Que resulta difícil entrar a la compañía, pero que una vez dentro “no se trabaja como esclavo, sino con la posibilidad de defender la libertad de las ideas”.

Arquitectónicamente, el edificio central de Pixar, diseñado por el propio Steve Jobs, está dividido en dos grandes áreas: un espacio artístico y otro técnico, con un gran hall que los une y le permite conocerse a quienes trabajan en el gigante estudio de animación.

Son horas y horas de trabajo. “El proceso de producción de una película implica que uno la vea muchas veces sin cesar”, dijo y para hablar del resultado de este esfuerzo, puso como ejemplo el caso de “Un gran dinosaurio”: “Esta película se terminó hace dos semanas y cuando la veo, no veo la película, sino las caras de cada una de las personas involucradas en su realización”.

Peter Sohn planea seguir en el mundo de la animación. Disfruta del cine tradicional y se define como un fiel cinéfilo. Sin embargo, aclara y subraya: “La animación es un arte extremadamente hermoso. No me puedo imaginar sin dibujar”.

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02/11/2015