Horacio Zeballos y un 2017 para el recuerdo
El tenista marplatense vivió el mejor año de su carrera después de lo que fue el glorioso 2013 donde venció a Rafael Nadal en Viña del Mar. Un repaso por los logros del zurdo, que supo sacar provecho de su madurez.
Horacio Zeballos vivió un 2017 memorable en el circuito mundial de tenis donde, si bien no logró títulos individuales, no sólo pasó por primera vez a la tercera ronda de un Gran Slam, sino que además rompió la barrera de la segunda semana y también consiguió un campeonato y tres finales en dobles. Así, el marplatense logró el mejor ranking desde 2013 en singles, mientras que en dobles alcanzó el escalón más alto de su carrera.
A sus cortos 32 años, el tenista marplatense logró adosarle a su carrera como tenista la madurez que alcanzó en el último tiempo en lo personal, marcada a fuego por el nacimiento de su primera hija, Emma, quien desde abril de 2016, junto a su esposa Sofía Menconi, está presente en cada gira junto a él. Lo dijo este año en más de una entrevista y los resultados lo ratifican: está en su mejor momento.
Si el triunfo ante Rafael Nadal en 2013 en la final del ATP de Viña del Mar significó, además del primer y único título ATP individual, un punto de inflexión en su carrera, la última edición de Roland Garros puede considerarse como otro vértice en la vida del tenista marplatense.
Sin embargo, dos meses antes, en abril, Zeballos ya dio muestras de que podría dar que hablar en la recta final a París: en primer lugar logró el título de dobles en Houston junto al chileno Julio Peralta. Después, en el ATP 500 de Barcelona “Conde de Godó” alcanzó las semifinales del singles, donde cayó con el deño de casa, Nadal. Allí, repitió lo que había hecho con Novak Djokovic a principio de año en Doha: la selfie con su propio verdugo.
En junio, el polvo de ladrillo parisino le sentó bien a Cebolla y logró meterse por primera vez en los octavos de final del singles y en dobles alcanzó los cuartos. En su camino en el cuadro individual se cargó al local Adrián Mannarino, se vengó de Ivo Karlovic y en tercera ronda venció a David Goffin luego de que el belga se retirara por lesión. Así, aunque de una manera indeseada, se metió en la segunda semana de un Grand Slam, donde Dominic Thiem, número 7 del ranking en ese momento, lo barrió en sets corridos.
Terminado Roland Garros, la semana siguiente encontró a Zeballos en el puesto 47 del ranking de singles, el escalón más alto al que subió desde 2013, año en que llegó a estar 39° gracias al título en Chile. Por su parte, también hizo historia en dobles, donde alcanzó el 32do puesto, el más alto de su carrera, gracias a haber llegado a los cuartos de final, también junto a Peralta. Hoy, comenzará el 2018 en los escalones 66° y 38°, respectivamente.
Además de París, Zeballos logró buenos resultados en los ATP 500 de Hamburgo y Río de Janeiro, donde avanzó a octavos, mientras que en el ATP 250 de Munich llegó a cuartos y en el Challenger de Buenos Aires fue finalista. Por su parte, en dobles, llegó a semifinales de los ATP 500 de Río de Janeiro y Hamburgo, al igual que en el ATP 250 de Munich. En esa categoría fue finalista en los torneos de Quito, San Petersburgo y Winston Salem.
Ahora, el tenista marplatense buscará comenzar de la mejor manera el 2018 cuando comience su gira por Australia, primero, con el abierto de Brisbane, y después, con el primer Grand Slam del año: el Australian Open.
Después del histórico título en Croacia en 2016, cuando el equipo argentino se llevó por primera vez la Ensaladera de Plata, este año Argentina debió jugar el repechaje con Kazajistán para permanecer dentro del Grupo Mundial tras haber perdido en primera ronda de la edición 2017 con Italia.
Ante las numerosas bajas que sufrió el equipo argentino durante el año tras la satisfacción y el dsgaste de haber conseguido el título, el buen momento de Horacio Zeballos hacía prever que podría ser tentado por Daniel Orsanic para volver a una convocatoria luego de tres años.
Primero le llegó la oportunidad para enfrentar a Italia, pero fue desafectado por una lesión. Luego, para el repechaje, desistió de participar para priorizar su carrera y su familia. Allí, el resultado ya es conocido: Argentina descendió y en 2018 deberá purgar por el ascenso en la Zona Americana.
