Maraude: “La gente de alguna manera se va resignando”
El precandidato a concejal por el partido que a nivel nacional encabeza Randazzo habla sobre los reclamos barriales y asegura: “La ciudad está mucho peor que hace dos años, pero no quiere decir que haya sido una buena gestión la de Pulti”.
En el diagnóstico de que Mar del Plata no se encuentra en un buen momento coinciden, en parte, oficialistas y opositores aunque con claras posturas sobre los motivos. Desde la Alianza Frente Justicialista que tiene como principal exponente nacional a Florencio Randazzo, el exconcejal que busca volver a integrar el cuerpo Fernando Maraude asegura que los barrios “hoy están absolutamente olvidados”, que “la gente de alguna manera se va resignando”, y afirma, en sintonía con la postura del nuevo espacio abierto por el randazzismo: “Seguro que la ciudad está mucho peor ahora que hace dos años, pero no quiere decir que haya sido una buena gestión la de Gustavo Pulti”
Cuando faltan tres semanas para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), QUÉ Digital empieza a publicar una serie de entrevistas a cada uno de los precandidatos que encabezan las listas para concejales en la ciudad, con el objetivo de buscar las referencias políticas de dónde están parados hoy los candidatos y las opciones concretas que proponen poder hacer desde el Concejo Deliberante.
Fernando Maraude tuvo un paso por el Concejo, dentro del Frente para la Victoria, en el período 2011 – 2015. Hoy, alejado de ese espacio, encabeza una de las cuatro listas habilitadas por la Junta Electoral provincial para participar de las PASO dentro de la Alianza Frente Justicialista. Esa interna la disputará junto a Alejandro Balsano, José Pepe San Martín y Domingo Alberto De Filippo.
– ¿Cuánto pesa hoy el alejamiento del kirchnerismo tanto a nivel nacional como local para participar de estas elecciones?
– En lo personal, más allá de parecer una decisión fuerte, yo vengo desde 2014 militando en el espacio de Florencio Randazzo. Fuimos quienes impulsamos en 2015 la mesa “Randazzo Presidente” de Mar del Plata: no se dio en ese momento la chance de la primaria con Daniel Scioli, y yo continué con el vínculo. Es el lugar donde me siendo cómodo militando, respetado, donde a cada uno de los compañeros se nos da un espacio. La precandidatura de hoy y encabezar una lista es producto de una militancia que lleva ya su tiempo.
– ¿Qué los diferencia del kichnerismo?
– Entendemos que las conquistas logradas en los doce años fueron muy buenas pero también que faltaron algunas cosas. Y tanto Randazzo a nivel nacional y nosotros a nivel local teníamos una coincidencia fuerte que tenía que ver con ensayar una autocrítica. No estuvo bueno lo que pasó en 2015 tanto a nivel nacional como provincial y en lo local, me parece que se cometieron errores no solamente durante los años de gestión sino también cuando se diagramó la estrategia electoral, y eso hay que analizarlo. Tuvimos un debate interno y llegamos a la conclusión que el candidato con más futuro para 2019 es Randazzo. No hay que ser desagradecido pero hay que reconocer también que Cristina tiene un techo porque hay mucha gente que no la va a votar.
– Ya fuiste durante un período concejal, en ese caso por el Frente para la Victoria, con un gobierno de Pulti al que acompañaron en algunos casos y mostraron diferencias en otros ¿Cómo ves desde aquel lugar lo que sucede hoy?
– A mí con Pulti me pasaba algo muy similar que con Scioli. Por más que el kirchnerismo quisiera imponernos que era parte de lo nuestro yo no lo sentía propio, por convicciones, por ideología. Obviamente que ha hecho cosas buenas para Mar del Palta, muchas de las cuales no logró terminarlas. Me parece que la mejor política de estado que tuvo Pulti en sus ocho años de gobierno fueron los polideportivos barriales, y no se terminaron, y cuando no hay políticas de Estado y cuando el intendente que tenemos hace un año y medio no tiene la inclusión como uno de sus temas de agenda, es muy difíciles que puedan culminarse.
Seguro que la ciudad está mucho peor ahora que hace dos años, pero no quiere decir que haya sido una buena gestión la de Pulti porque si no no te podría haber ganado un dirigente como Arroyo. Me parece que hubo errores de muchos sectores, no fue bueno ese Frente Marplantese que se conformó, de hecho los concejales que entraron por el frente uno quedó con su unibloque, otros en AM y otros en el Frente para la Victoria. Esas construcciones que se hacen con un objetivo estrictamente electoral no tienen buen destino, y me parece que es lo que ocurrió.
– ¿En esa Mar del Plata de hoy que mencionabas, qué se puede hacer concretamente desde el Concejo Deliberante?
– Si nosotros tenemos la posibilidad de acceder a una banca en diciembre el intendente va a seguir siendo Arroyo y el presidente va a seguir siendo Macri. Quien debería tomar las decisiones para intentar bajar los índices de desocupación, de inseguridad, es el gobierno nacional. Después hay cuestiones del día a día que uno no comprende cómo no se llevan adelante.
Ahora con este tema del metrobus, por plantear algo que sacan los vecinos cuando hablamos. La verdad lo que necesitamos es un jefe político en la ciudad que establezca prioridades y tome decisiones. Uno va a cualquier reunión en los barrios y no pueden salir a la calle porque no tienen asfalto, no pueden llegar a la parada de colectivo, el colectivo no entra al barrio, no hay iluminación, hay microbasurales por todos lados. Esas son cuestiones cotidianas que debería resolver el intendente y que tiene que tener a los concejales prestando el oído, escuchando y haciendo los reclamos correspondientes.
La gente de alguna manera se va resignando, saben que le van a venir los impuestos entre el 40% y el 50% más caro, un 200% más caro las tarifas en algunos casos, y sabe que lo tiene que pagar aunque lo más probable es que no llegue. Y se resignan y saben que el asfalto no les va a llegar nunca… Estamos hablando de una ciudad de Mar del Plata que con un presupuesto millonario como tiene no te cambia un foquito de luz. Con muy pocas cosas un montón de vecinos se sienten que por lo menos se acuerdan de ellos. Hoy están absolutamente olvidados.
